En una entrevista con revista El Sábado, la presidenta Michelle Bachelet, realizó un análisis del 2015 donde ha tenido un descenso de su aprobación en las encuestas, sobre todo tras el caso Caval, en un año marcado por una serie de dificultades que el gobierno ha debido enfrentar, como la situación económica por a la caída de los precios de los commodities y factores internacionales, la implementación de las reformas y la percepción de delincuencia que tiene la ciudadanía.

En ese sentido la mandataria manifestó que “yo creo que lo hemos vivido ha sido duro para la familia, ha tenido efectos importantes” agregando que “hay una tendencia hoy en Chile de hacer juicios públicos paralelos antes de que la justicia llegue a ninguna conclusión”.

“Del caso particular, no me voy a referir, porque aquí hay proceso, y corresponde que la justicia determine. Nuestras actitud siempre ha sido: toda la transparencia y todo el apoyo”, explicó Bachelet.

Situación en La Araucanía

En tanto, sobre la hechos de violencia registrados en La Araucanía, la presidenta destacó que “primero, la violencia no está en una sola región, está en todos lados”.

Además detalló que “en la Octava y la Novena regiones hay violencia, que parece violencia, pero que es delincuencia. Porque hay contrabando de madera, no es un tema ahí de tipo étnico, es otro tipo de temática, donde hay unas verdaderas redes de gente que hace negocio en esto, que es muy distinto de una situación más ideológica de algunos grupos”.

“La delincuencia no tiene una solución dramática, que uno apriete un botón y se resuelva. El problema requiere de una acción muy coordinada”, reflexionó la mandataria.

“Aquí pasa algo bien sorprendente. Todas las cifras de victimización han mejorado. Yo creo que también la percepción tiene que ver con este tipo de información que aparece muy fuertemente, hay programas que muestran en la noche las balaceras. Está en la conciencia de las personas como un problema más allá de su experiencia personal. Y eso hace que haya una percepción de inseguridad aún más grande que lo que las encuestas muestran de victimización”, añadió.

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En tanto, en relación a las medidas que se tomarán, Bachelet señaló que “le he pedido al Intendente anterior, al actual, que organicen actividades. Porque yo no voy a las regiones como de visita. Voy a ir pronto… Yo quisiera juntarme con toda la gente que ha sido víctima de cualquier tipo de violencia. O sea, acá hay gente que ha sido víctima de violencia por distintos actores, no sabemos exactamente quiénes…”.

Felipe Bulnes y La Haya

Por otra parte, sobre el reciente falló en la Corte Internacional de Justicia de La Haya y el nombramiento de José Miguel Insulza como nuevo agente tras renuncia de Felipe Bulnes, la presidenta manifestó que “Felipe Bulnes decidió renunciar. Yo hice todos los esfuerzos posibles para que no se fuera (…) Él llegó a la convicción, y lo dijo explícitamente: no se sintió apoyado por su mundo”.

“La carta lo deja claro. Y él lo dijo públicamente. Porque nosotros le dimos toda la confianza a Felipe; de hecho, en ningún momento yo decidí cambiarlo. Esto fue una decisión de él, yo traté de convencerlo de que no lo hiciera, pero él tenía una convicción profunda y yo respeté eso”, agregó.

Además aseguró que el fallo de La Haya “resultó mejor de lo que suponíamos. Porque acotó la demanda, en el sentido de que la Corte dijo: aquí no corresponde decir que haya cesión de soberanía. Y eso es un tremendo paso adelante”.

Aprobación y encuestas

La última encuesta Adimark indica que la aprobación de la presidente Bachelet alcanza sólo un 26%, al respecto, la mandataria expresó que “también tengo la encuesta de la calle. La gente me dice ‘a mí nunca me han llamado, nunca me han encuestado’. No estoy diciendo que las encuestas sean falsas, sino que también uno tiene un trabajo en terreno que le da otra dimensión”.

Reformas

Finalmente, sobre las reformas que impulsa su gobierno, la presidenta señaló que “ha costado instalar más claramente las reformas con sus conceptos (…) ha sido difícil desinstalar algunas argumentaciones que ha colocado gente que está en contra (…) No hemos sido capaces de instalar suficientemente los beneficios”.

“No creo que haya habido improvisación. Para se franca, más bien creo que esa es una argumentación política para debilitar al gobierno”, dijo Bachelet.

La mandataria explicó que “nosotros usamos una frase que unos les gustó y a otros les cargó: realismo sin renuncia, que significa que estamos en una situación económica mucho más compleja de lo que se pensó antes”.

“Hay países que están en recesión y Chile no lo está. Quisiéramos que la economía creciera más rápidamente, sí: quisiéramos. Por eso estamos haciendo un conjunto de otras cosas que los empresarios nos han señalado que dificultan sus decisiones de inversión, como el costo de la energía, la judicialización de algunos proceso, la excesiva burocracia de trámites y mecanismos”, concluyó la presidenta.