Tobias van Schneider es un diseñador que estuvo a cargo de la apariencia que Spotify luce hoy. Este artista alemán que actualmente vive en New York (EEUU), ha estado a cargo de múltiples proyectos creativos; sin embargo, hace 15 meses comenzó un nuevo plan de vida personal que excluyó para siempre a dos de sus antiguos compañeros: el alcohol y el café.

“Hoy hace exactamente 15 meses que no pruebo una gota de alcohol o de café”, confiesa Tobías en el portal de la versión hispana de The Huffington Post. En la publicación admite que tras la insistencia de sus amigos y cercanos, decidió compartir su experiencia sin “vicios”.

Just me hanging around in SoHo. Now locking myself away until it's warm again.

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1. Un gran ahorro

Lo primero que destaca el diseñador, es el alivio que sintió su bolsillo al dejar estos líquidos. “Después de superar los dos primeros meses, me percaté de que tenía 1000 dólares más en mi cuenta (unos 700 mil pesos chilenos)”, confiesa.

Pese a que la cantidad de dinero parece elevada, el joven explicó que solía gastar cerca de 33 dólares al día (20 mil pesos chilenos) en tragos y cafés. “Vivo en Nueva York. Acá bebo dos o tres cócteles de vez en cuando (que valen aproximadamente 10 dólares cada uno -7 mil pesos-) y que compro botellas de vino cada mes para guardarlas en casa”, cuenta.

Para cualquier persona joven que trabaja “tomar una o dos bebidas alcohólicas al día es perfectamente normal”, agrega. A lo anterior, Tobías suma la comida o “picadillo” que suele acompañar un trago.

Thank you for another great picture @noahkalina (my beard doesn't seem Instagram compatible unfortunately)

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2. Menos salidas

Cuando uno bebe y “se marea” o, peor aún, queda borracho, no es una tarea difícil soportar a un grupo que está haciendo lo mismo. El diseñador explica que “comenzó a convertirse en una tarea agotadora tener que explicar constantemente por qué no bebes”.

“Cuando un grupo me propone salir a beber algo, suelo decir que no porque no me apetece soportarlos mareados mientras estoy sobrio”, cuenta Tobias quien asegura que no aguanta más de una hora en este tipo de reuniones. “Es lo máximo que me permite mi capacidad de atención estando sobrio y rodeado de gente borracha”, declara.

Si bien Van Schneider no se declara un hombre fiestero, dejar de beber le hizo borrar ese tipo de reuniones sociales de su vida. “Ver cómo la cultura de la bebida desaparece poco a poco de tu vida es una sensación genial. Me di cuenta de cuántas amistades se basan en los hábitos de bebida”, comenta.

El artista declara que es difícil encontrar a alguien que sólo quiera juntarse a conversar o comer algo.“Oye, ¿vamos a quedar, vamos a no beber nada y vamos a hablar”? ¿Para qué ibas a hacer eso? Vamos a tomarnos algo”, recrea las frases típicas de sus “amigos” a quienes le ofrece sólo reunirse a charlar.

3. Mejor calidad del sueño

Si bien Tobias confiesa que quedarse dormido bebido es mucho más fácil que hacerlo sobrio, confiesa que su calidad del sueño ha mejorado. “Duermo mejor y me levanto con más energía. Antes, sufría mucho por las mañanas, aunque sólo hubiera bebido dos cervezas la noche anterior, notaba los efectos a la mañana siguiente”, cuenta.

4. Menos estrés

En este punto Tobias se refirió derechamente al café: “dejar de beberlo me ayudó a estar más relajado”. “El café aumentaba mis posibilidades de sufrir ansiedad y me trastocaba la digestión. Ahora que dejé de tomar café voy al baño perfectamente”, declara.

Aunque el artista confiesa que le encanta el olor y el sabor del café, con sólo beber uno descafeinado de vez en cuando se siente tranquilo.

También confiesa que “salir a tomar un café se hace más por ser una actividad social que por tener ganas de tomar”. “Se puede mantener esta costumbre cambiando el café por otra cosa”, comenta el diseñador que ahora sólo bebe té.

Finalmente, Tobias van Schneider confiesa que está muy feliz con su decisión y no tiene “intención ni ganas de empezar a beber otra vez”. “Tampoco insisto en que la gente haga lo mismo que yo; si estás contento con cómo te van las cosas, no tienes que cambiar nada”, destaca.

Si bien dejó de beber alcohol y café por mera curiosidad puesto que los identificó como sus únicos vicios -no fuma tabaco, ni marihuana, ni consume ningún tipo de drogas- admite que su mayor y única adicción en este momento es el internet.