La actriz y bailarina estadounidense Sarah Hay reveló al New York Post en que de pequeña la trataban de gorda.

La bailarina se hizo conocida tras protagonizar la serie Flesh and Bone del canal Starz que evidencia el lado oscuro del ballet en Nueva York.

La serie trata sobre la búsqueda que realiza el director artístico del Ballet Americano, Paul Grayson (Ben Daniels) por estar entre las mejores instituciones artísticas del mundo. Ante el envejecimiento de la primera bailarina de la compañía, Kiira (Irina Dvorovenko) su director,cree que la salvación es Claire Robbins (Sarah Hay) una bailarina de ballet con un pasado turbulento.

La bailarina habló con el sitio New York Post donde recordó la fría bienvenida que le dieron sus compañeras de baile cuando empezó su preparación para el rol de la serie.

“Ninguna de las chicas me dijo hola”, “Ellos sólo me miraron e hicieron estas caras de desaprobación. Escuché a unos de ellos decir, ¿Qué diablos está haciendo ella aquí? “expresó Hay al sitio. Sus compañeros no sabían que Hay estaba ahí para prepararse para su papel de la serie que debutó con episodios el pasado 8 de noviembre.

"Flesh And Bone" New York Limited Series Premiere | AFP

"Flesh And Bone" New York Limited Series Premiere | AFP

Hay comenzó su formación como bailarina en la Escuela de Ballet Americano a los 8 años y más tarde asistió a la Jacqueline Kennedy Onassis Escuela de Ballet en el Teatro Americano de Ballet y fue solista en la Dresden Semperoper Ballett en Alemania.

Sarah Hay señaló que el retrato que hace la serie sobre el mundo de la danza es fiel a lo que sucede en la vida real resultando ella misma víctima de bulling. En el mundo de la danza, la bailarina encontró que los bailarines eran muy individualistas según expresó al sitio Pointe Magazine

“Tuve mucha controversia por mi figura”, declaró Sarah Hay, ya que a pesar de que era muy delgada, tenía pechos talla dobe D. Una vez, un profesor la sacó del escenario durante una producción, le pasó un sostén deportivo y le dijo “tus pechos me distraen”.

La bella artista también contó que: “Pasar 8 horas al día frente a un espejo te puede volver loca o loca. Si no tienes una vida personal, la obsesión es real”, declaró. “Un milímetro puede hacer la diferencia. Si resbalas, eres fácilmente reemplazable. Hay tanta gente que quiere lo mismo que tú”.

Don Flood | nypost.com

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La joven estaba tan devastada por el tema, que incluso gente de la industria le sugirió que se hiciera una reducción de senos. Pero ella se negó: “Me gusta mi cuerpo. No lo cambiaría por nada, ni siquiera si eso significa ceder el puesto como bailarina”, precisó.

“No creo que debería sacrificar mi figura para que alguien lo acepte”. Tras constantes luchas por mantener un cuerpo acorde a las exigencias artísticas, la bailarina decidió dejar la escena de Nueva York y se mudó a Dresden, donde un director de baile vio su talento y la ayudó a salir adelante. “Siempre fui ‘la chica gorda’ o ‘la chica pesada’. Mi carrera se disparó porque él creía en mí”, declaró. Y tuvo razón, porque ahora es la estrella de una serie de TV.

Ese director fue Aaron S. Watkin quien habló con ella para contratarla y le propuso un rol solista de inmediato. “El me dio posibilidades y me moldeó en lo que soy (…) debo trabajar en amarme a mi misma”.

“Cuando sientes una pérdida todo el tiempo tu empiezas a preguntarte si eres tú, pero para mi era el lugar. Me sentí tirada por algunas personas quienes me habían tratado horrible, pero ahora sólo trato de ver mis imperfecciones como lo que me hacen ser quien soy”. Manifestó al New York Post.

Don Flood | nypost.com

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AFP

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