El jefe del Plan Estadio Seguro, José Roa, descartó dejar su cargo en el Ejecutivo tras ser apuntado por los episodios de violencia en partidos de alta convocatoria, especialmente tras los graves incidentes en el partido entre Santiago Wanderers y Colo-Colo en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso.

Roa señaló que para poder contener y evitar estos hechos se requiere de la participación de todos los actores de la comunidad del fútbol, y no se necesita de “medidas populistas para la galería“, aludiendo a una eventual renuncia tras ser consultado por la prensa.

Estas palabras las emitió tras una reunión extraordinaria con el ministro del Interior, Jorge Burgos, el subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, y el director nacional de Orden y Seguridad de Carabineros, general Víctor Herrera.

Sobre esta reunión el subsecretario Frey indicó que, entre otras resoluciones, se pidió un informe a Carabineros y a Estadio Seguro para aclarar los incidentes, el cual deberá ser entregado el próximo lunes, y se dispondrá de intervenciones en perímetros alrededor de los estadios que alojen eventos de este tipo y que sean de alta complejidad (categorías A y B).

Otra de las resoluciones fue la conformación de un equipo multidisciplinario encargado de que sean procesados los que protagonizaron los desmanes. La programación y los aforos de los partidos, en tanto, quedarán sometidos a criterios de seguridad para su autorización por parte de las autoridades.

Asimismo, Roa confirmó que el Gobierno estaba en conocimiento de las advertencias de que se ingresarían elementos prohibidos al estadio de Playa Ancha y estos antecedentes fueron derivados tanto a los encargados de seguridad como a la policía uniformada.