Las represalias económicas de Rusia contra Turquía tras el derribo de un cazabombardero ruso por aviones turcos en la frontera siria pueden costarle a la economía turca 9.000 millones de dólares, dijo el lunes un vice primer ministro.

“Hablamos de una cifra de 9.000 millones de dólares [8.300 millones de euros] en el peor de los escenarios”, dijo Mehmet Simsek, vice primer ministro encargado de economía, en una entrevista a la cadena NTV.

“Las tensiones podrían tener un impacto de entre 0,3 y 0,4% del PIB” de Turquía, añadió.

Tras el derribo de ese cazabombardero el 24 de noviembre, Rusia adoptó medidas contra Turquía que afectan principalmente los sectores del turismo, la energía, la construcción y la agricultura.

“Hay 603.000 turistas [rusos] menos. Hay una ralentización en la construcción” subrayó Simsek.

“No estamos a favor de una escalada de las tensiones” asegura. “Si Rusia mantiene esta actitud (…) todo tipo de medidas disuasivas podrán ser adoptadas”, añade sin mas precisiones.

El presidente islamoconservador turco Recep Tayyip Erdogan ya afirmó que Turquía iba a hallar nuevos proveedores de energía al margen de Rusia, que le suministra 55% de sus necesidades de gas y 30% de las de petróleo.

Erdogan aludía a Azerbaiyán y a Catar. Ankara importa 90% de su petróleo y 98,5% de su gas natural.