Es posible que cuando pienses en John Lennon te acuerdes de canciones como Woman, Imagine, Give Peace a Chance, Beautiful boy, Power to the people y tantas, tantas más (nombrando sólo algunas de su carrera como solista).

Sin embargo, este autor británico estudió arte antes de convertirse en un Beatle y revolucionar el mundo de la música. A través de la pluma y el papel, retrataba lo cotidiano, caricaturizaba a sus profesores de la academia y pasaba los ratos garabateando las cosas que pasaban por su cabeza. Te invitamos a hacer un recorrido a su impresionante imaginario, cargado de humor, ironía y empapado de amor y paz en su lucha por crear un mundo mejor.

El 8 de diciembre de 1980 se apagaba la luz de una de las mentes más brillantes del siglo XX. Cerca de las 10:50 de la noche, John y Yoko regresaban caminando a su departamento del edificio Dakota en Nueva York. Mark Chapman, un autodenominado “fan”, lo esperaba decidido a asesinarlo disparándole cobardemente cinco veces por la espalda. Una escena que ha sido tantas veces reconstruida y relatada -acá una más- y que aún llena de dolor a sus miles de fans alrededor del mundo.

Una muerte irónica para alguien cuyo motor inspirador de sus canciones fue el amor y la paz, especialmente en los últimos años de su carrera. El 20 de diciembre de 1980 el periodista Pete Hamill, en un artículo titulado “The dead and life of John Lennon” para la revista New York escribía: “Si tú estuviste ahí en los ’60s, el ritual era parte de tu vida. Tú pasaste por lo mismo con John F. Kennedy y con Martin Luther King, con Malcom X y con Robert Kennedy (…) Excepto que esta vez había una diferencia: alguien había asesinado a John Lennon. No a un político. No a un hombre cuyas ideas abstractas podrían haber mandado a la gente a guerras (…) Esta vez, alguien había gateado desde un lugar oscuro, levantado una pistola y matado a un artista”.

John Lennon, que tenía sólo 40 años cuando le arrebataron la vida, se hizo mundialmente conocido con su banda de Liverpool -tan famosa que no necesitamos nombrarla ¿cabe alguna duda?- junto a Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Pero Lennon no nació siendo músico: nació dibujante. Así es, el autor del himno por la paz “Imagine”, tomó el lápiz antes que la guitarra. Por la misma razón ingresó a estudiar en el prestigioso Instituto de Arte de Liverpool (1957-1960), donde conoció a Cynthia Powell, quien fuera su primera esposa, y a uno de sus mejores amigos: Stuart Sutcliffe, el “quinto Beatle”.

Sutcliffe era un artista plástico extraordinario y además muy bien parecido, cuya vida lamentablemente fue muy corta (falleció a los 21 años producto de un derrame cerebral). Según cuenta la leyenda, Stu -como le llamaban- se convirtió en el bajista de la banda antecesora a The Beatles, comprando su instrumento con el dinero que obtuvo vendiendo una de sus pinturas y motivado por Lennon. Como Stu era guapo, el fundador del grupo lo vio como una buena inclusión, a pesar de que no era un músico sobresaliente.

El primer autorretrato de Lennon fue vendido el año pasado por 3 millones de libras y data de 1958, el mismo año en que su madre -a quien dedicara la hermosa canción “Julia”- muriera producto de un trágico accidente de auto. En dicho autorretrato, el famoso músico usó una técnica y estilo muy similar al de su amigo Sutcliffe en el mismo periodo. Pero Lennon no era tanto de acrílicos, óleos y telas: los materiales preferidos del artista eran el papel, el lápiz y la tinta.

Sin embargo, el autorretrato que perduraría en la retina del mundo no fue el primero, sino que aquel que se usó en la carátula del álbum del documental John Lennon Imagine (1988), en el cual redujo su cara a una nariz, cabello y sus famosos lentes.

Lennon y el futbolista

El archivo de Lennon contiene dibujos firmados incluso a los 9 y 10 años, época en la cual estaba interesado en personajes británicos, como Robin Hood.

De su época infantil existe una anécdota que lo conecta con Chile. Para la carátula de su disco “Walls and Bridges” (1974), el ex Beatle utilizó un dibujo realizado cuando tenía tan sólo 11 años y que data de junio de 1952. La ilustración muestra una escena de fútbol, con dos jugadores usando la camiseta de Newcastle United (con líneas verticales blancas y negras) y otro vistiendo la roja de Arsenal (ambos equipos británicos).

La fantástica historia detrás de esta ilustración comienza cuando Néstor Flores Fica, escritor chileno, decide investigar la vida del futbolista colocolino Eduardo Robledo y su misteriosa desaparición cuando iba en un barco; para su libro titulado “Ted”. Eduardo y su hermano Jorge, eran deportistas destacados y ambos jugaron para el Newcastle entre 1948 y 1953.

En su búsqueda por información, Flores encontró una fotografía que le llamó la atención: un gol protagonizado por Jorge Robledo en mayo de 1952 en la que aparecían dos jugadores del Newcastle y uno de ellos tenía el número 9 en su espalda. El tercer jugador y el arquero pertenecen a Arsenal. Flores estaba seguro de haber visto aquella imagen en algún lado y, como es fan de The Beatles, no tardó en recordar la carátula con aquel dibujo infantil fechada junio de 1952 (sólo unos meses después de la publicación de la foto).

La similitud es evidente y el escritor chileno, autor de las novelas policiales “Cabeza de iguana” y “Barcelona”, explicó a los medios de comunicación -cuando dio a conocer su descubrimiento- que Lennon debe haber visto aquella foto en la prensa y la quiso dibujar. Según Flores, una coincidencia es que la madre del músico vivía en el número nueve de la calle Newcastle y tal vez eso fue lo que le llamó la atención.

Artista de un solo trazo

En sus años de estudio en la academia, John se hizo famoso por las caricaturas que hacía de sus compañeros. Cuando The Beatles fue creciendo en popularidad, el tiempo le permitía hacer uno que otro dibujo, pero nunca renunció a este modo de expresión.

Su arte floreció especialmente cuando conoció a la artista japonesa Yoko Ono, quien se convirtiera no sólo en su amante y segunda mujer, sino también en su musa. Otro periodo de explosión creativa, fue cuando tuvo a su hijo Sean, ya que Lennon usaría la gráfica para enseñarle el mundo a través de criaturas mágicas.

https://www.youtube.com/watch?v=0A56ZuKgPYg

Su estilo absorbió las enseñanzas del arte japonés, cuando viajó a ese país junto a Yoko en 1977, aprendiendo la técnica del Sumi Ink. Quienes practican esta corriente completan un dibujo con una sola línea, sin levantar el lápiz del papel y sin corregir. La gente en general no está acostumbrada a esa simplicidad, que parece más sencilla de lo que en verdad es.

“Tú puedes ver que el minimalismo es su mejor aspecto, la mayoría de la gente piensa que es muy simplista, pero no es tan fácil expresar cosas de manera tan sencilla como él lo hace. Es un artista muy profesional, puesto de esa manera, además de ser único también”, afirmó Yoko Ono en el contexto de una exhibición de los trabajos de su marido en Las Vegas, Estados Unidos.

Las obras gráficas del ex Beatle contienen una cuota de humor, juegan con lo absurdo y hablan del amor y de la paz; invitan a soñar un mundo mejor y son un testimonio de una mente brillante capaz de ver las cosas desde un ángulo completamente diferente, revelándole a quien aprecia su arte un punto de vista que no era evidente.

Un ejemplo de esta mirada lúdica es el dibujo titulado “Collie Flower” (Collie = perro de la raza del famoso Lassie, flower = flor) que es un juego de palabras con “coliflower” (coliflor), consistente en una planta con la cara camuflada de un can en sus pétalos.

Su amor por Yoko lo expresó numerosas veces y en muchas de esas representaciones ambos aparecían fundidos en uno solo, en un trazo que pierde los límites, que los confunde y los mezcla dando cuenta de la pasión que los unía. Es el caso de “Jok and Yono”, donde no sólo queda claro lo compenetrado que se sentía con Yoko, sino que también se observa el sentido del humor con el que enfrentaba la vida.

Ya han pasado más de 25 años desde que Yoko abriera los cuadernos de dibujo de su marido -los que ella misma le regalara dándole una directa indicación: “Llénalos”- y comenzara a publicar ediciones limitadas de reproducciones a través de su compañía Bag One Arts Inc. Quien quiera comprar un Lennon original, deberá estar dispuesto a -y ser capaz de- desembolsar al menos cuatro mil dólares y 100 dólares en adelante por las reproducciones.

Dentro de sus trabajos más notorios está la crónica de su boda con Yoko (portafolio “Bag One”), luna de miel y una serie de dibujos eróticos, que constituyeron un regalo de matrimonio para su esposa. En un artículo de LA Times se cita a su viuda quien recuerda, por medio de un email a ese medio de comunicación, el siguiente episodio de 1966, cuando se conocieron en una exposición artística de ella.

“Él me dijo que podría hacer una muestra de arte con su propio trabajo, pero que ahora no era posible porque era un Beatle”. Varias décadas más tarde, su mujer cumplió el sueño del músico a través de la muestra itinerante “The Art of John Lennon”. Pero no sólo eso: un extracto del portafolio “Bag One” es parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).

“Mi rol en la sociedad, o la de cualquier artista o poeta, es intentar expresar lo que sentimos todos. No decir a la gente cómo sentirse. No como un predicador, no como un líder, sino como un reflejo de todos nosotros”, John Lennon.

Desde que descubrió la pluma y hasta el final de su vida John Lennon continuó creando. La línea dispersa y caótica, el sintetismo y la ironía; la paz y el amor como elementos esenciales; nos susurran visualmente quién era este hombre que cambió la historia de la música moderna, más allá de la leyenda.

https://www.youtube.com/watch?v=HpuXfQHB6MM