El fiscal a cargo de la investigación por la muerte más de 300 ballenas en el Golfo de Penas, en la región de Aysén, tomará declaraciones a científicos que encontraron los cetáceos varados en ese lugar.

Tras el hallazgo de más de 300 ballenas muertas en el Golfo de Penas, la investigación que se lleva a cabo por parte de la Fiscalía Local ha tomado diferentes aristas, considerando lo inusual de la aparición de los cetáceos varados.

La idea es determinar si existe o no delito en la mortandad masiva de los ejemplares pertenecientes a la especie Sei, de unos diez metros de largo y que transitan comúnmente en la zona sur austral de nuestro país.

Luego de una denuncia presentada por la Oficina Provincial de Sernapesca a la Fiscalía Local de Puerto Aysén, se busca determinar si este hecho guarda relación o no con un caso de muertes denunciado en Mayo de 2015, donde se descartó la intervención humana.

El fiscal a cargo de la investigación, Pedro Poblete, aseguró que tomará declaraciones a los científicos que descubrieron a los cetáceos en el Golfo de Penas, sin descartar que puedan existir más ejemplares muertos.

El director regional de pesca de Aysén, Cristian Hudson, señaló que esta alta mortandad no sería algo reciente, ya que las ballenas podrían haberse alimentado de especies con altas toxinas de marea roja.

Desde la Fiscalía Local de Puerto Aysén están a la espera de los resultados de las muestras tomadas por parte de los equipos de la Brigada de Delitos Medioambientales de la Policía de Investigaciones y del equipo de científicos, para focalizar las investigación y así tener nuevos antecedentes durante el transcurso de este mes.