La falta de un cable que conectara los monitores, repercutió en que no se realizara una operación programada hace meses al interior del Hospital Regional de Concepción.

La familia de la paciente, una adolescente de 15 años que sufre de escioliosis idiopática, lamentó que por errores humanos, se tuvo que suspender hasta fines de diciembre la cirugía de alta complejidad. Desde el hospital solo lamentaron lo ocurrido.

Catalina Soto Bustamanete tiene 15 años y sufre de escoliosis idiopática adolescente. Por meses esperó la fecha para la cirugía a través de la cual le implantarían cinco tornillos en la columna, en el Hospital Regional de Concepción.

Cuando por fin fue fijada para el 3 de noviembre, debió devolverse. Había otros pacientes más complicados que ella, por lo que no era prioridad para la intervención. Se agendó entonces para el 2 de diciembre, pero a pocos días de su realización, nuevamente le informaron que quedaba para más adelante, el 23 de diciembre. Finalmente, el paciente se enfermó y con alegría recibió la buenanueva de que el 2 de diciembre se operaría al fin.

El 23 de noviembre los médicos entregaron oficialmente el listado de insumos que usarían en la operación, que entre otros profesionales, requiere de un anestesista y un neurocirujano.

Todo iba en orden. La ingresaron el martes y el miércoles, un cuarto para las ocho de la mañana Catalina estaba lista en pabellón, pero la falta de un cable, no de un médico, no de un medicamento, sino que de un cable, que por cierto estaba en el recinto hospitalario, echó abajo la operación, como relató indignada su madre, Sandra Bustamante.

Sandra está enojada, frustrada. Insistió en que es incomprensible que se reprograme la cirugía, que se cuente con el equipo completo, por un error de gestión.

Y el problema tampoco pasó por falta de cobertura porque la enfermedad de Catalina es parte del GES.

Cabe señalar que, si bien los cables llegaron a la sala de pabellón dos horas después, no fue posible realizar la operación porque los pabellones se pueden utilizar por un máximo de ocho horas, y ya no se alcanzaba a concluir el proceso dentro de ese plazo.

Desde el Hospital Regional de Concepción, a través de un escrito, lamentaron la postergación de la cirugía debido a la falta de un insumo fundamental para el funcionamiento de un equipo médico.