El gobierno argentino de Cristina Fernández decidió que el traspaso de mando al presidente electo Mauricio Macri será en el Congreso, y asegura que no habrá abucheos en su contra, dijo el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, en medio de una polémica por las formas y el lugar de la ceremonia.

El 10 de diciembre, día de la asunción presidencial de Macri, “al momento de la jura, los atributos (de mando) van a estar en el Congreso”, dijo el jefe de Gabinete Aníbal Férnandez al referirse el traspaso de la banda y bastón presidencial.

Mientras que Macri reclama un juramento y discurso en el Congreso pero que la ceremonia de traspaso se realice en la Casa de Gobierno.

“Si él no los quiere recibir en el Congreso, que no los reciba”, agregó el jefe de gabinete de la mandataria argentina.

El traspaso de la banda y bastón presidencial se solía entregar como tradición política en la Casa Rosada (sede del Gobierno). Pero en 2003, con la asunción del ex presidente Néstor Kirchner -hoy fallecido- se empezó a realizar en el Congreso, en apego a la Constitución.

El jefe de gabinete también descartó que Macri sea abucheado en el acto del Congreso, controlado por el kirchnerismo, y donde aún no está claro que permitan el acceso de militantes que desean despedir a la presidenta saliente.

Un abucheo, “eso sería imposible, se lo garantizo”, aseguró Fernández.

Macri “puede decir lo que quiera, pero ya se cursaron las invitaciones para que sea en el Congreso de la Nación”, acotó.

Macri expresó el miércoles su enojo en una conferencia de prensa donde presentó a su gabinete y acusó a la presidenta Fernández de estar promoviendo obstáculos en sus últimos días de gestión.

“En vez de salir por la puerta grande, elige salir por la puerta chica”, dijo Macri.

Fernández respondió: “La presidenta se retira por una puerta muy grande, con decisiones que satisfacen o que no satisfacen, pero de beneficio directo para los argentinos”, dijo.

Macri, un liberal de derecha, ganó las presidenciales en segunda vuelta con 51,34% de los votos frente al candidato oficialista Daniel Scioli (48,66%).

En medio de esta división política, Cristina Fernández está abandonando el poder tras dos gobiernos consecutivos con un alto nivel de popularidad.