CorpArtes anticipa Navidad con clásicos y villancicos a cargo de la Sinfónica de Chile

Francois López Ferrer
Francois López Ferrer
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Una lúcida presentación de anticipo de Navidad ofreció este miércoles la Fundación CorpArtes junto a la Orquesta Sinfónica de Chile (OSCH) y el Coro Sinfónico, ocasión en que se lleno de alegría el recinto artístico con los mejores clásicos y villancicos en dos conciertos imperdibles en el del CA, de Rosario Norte 660.

Bajo la dirección del joven maestro español, François López-Ferrer, la Orquesta y el Coro Sinfónico interpretaron con mucha calidad y compromiso, melodías clásicas y modernas como Suite El Cascanueces de Tchaikovky, y El Danubio Azul de Strauss. A ello, se suman los clásicos villancicos como el Aleluya de Handel y Jingle Bells.

François López-Ferrer -director asistente de la OSCH- de solo 25 años de edad fue escogido por el titular, Leonid Grin, para ocupar este puesto a principios de 2015. En esta oportunidad, la Sinfónica interpretó uno de los mayores logros de música de Navidad: la Suite El Cascanueces, del talentoso compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky, quien poco antes de morir decidió arreglar el ya creado ballet El Cascanueces (1892), transformándolo en una suite de ballet de 20 minutos, que se transformó en un éxito inmediato, por la fantasía que tuvo para mezclar los distintos instrumentos de la orquesta en forma totalmente novedosa.

El concierto también incluyó melodías del brillante y popular compositor estadounidense Leroy Anderson, como “Blue Tango” -la primera composición instrumental en vender más de un millón de copias-, “The Syncopated Clock”, “The Waltzing Cat” y “Sleigh Ride”, quizás la pieza de Navidad más famosa de Estados Unidos.

La OSCH también ofreció una bien lograda interpretación de El Danubio Azul de Johann Strauss II, un vals de 1866 que se transformó en un himno de Viena y que, si bien en Chile se asocia habitualmente con matrimonios, para los vieneses –y muchos europeos- es un símbolo indiscutible del nuevo año, parte habitual de los conciertos de Navidad.

“Me encanta la Orquesta Sinfónica y estoy muy contento con poder dirigirla. Siento que los músicos tienen mucha personalidad y temperamento. A la hora de hablar de un repertorio preferido, estoy abierto a todo, pero indudablemente hay una conexión fuerte con la tradición clásico-romántica, es decir, Brahms, Beethoven, Schumann, Mozart, Tchaikovsky y Schubert”, comentó François López-Ferrer.

El espectáculo de Navidad de CorpArtes culminó con la participación del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile que, bajo la dirección de Juan Pablo Villarroel, brindó una selección de 10 clásicos villancicos.El repertorio incluyó el “Aleluya”, de “El Mesías” de Handel; “Adornemos Nuestras Casas”, reconocida por su estribillo “fa-la-la”; “Noche de Paz”; “Canción de las Campanas”; y “Navidad, Navidad”.

Puede resumirse, que la Sinfónica de Chile, con un director joven, pero sobrio y con mucho conocimiento ofreció su buen nivel acostumbrado, a lo que destacó la excelente labor de los instrumentistas de cuerdas y maderas, principalmente y un coro en una noche privilegiada, con excelente actuación de la sección femenina. Todo ello en un ambiente relajado, pero de máximo esfuerzo técnico en que los músicos anunciaron sus mejores deseos para Navidad, todos con gorras como Viejos Pascuales.

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Una lúcida presentación de anticipo de Navidad ofreció este miércoles la Fundación CorpArtes junto a la Orquesta Sinfónica de Chile (OSCH) y el Coro Sinfónico, ocasión en que se lleno de alegría el recinto artístico con los mejores clásicos y villancicos en dos conciertos imperdibles en el del CA, de Rosario Norte 660.

Bajo la dirección del joven maestro español, François López-Ferrer, la Orquesta y el Coro Sinfónico interpretaron con mucha calidad y compromiso, melodías clásicas y modernas como Suite El Cascanueces de Tchaikovky, y El Danubio Azul de Strauss. A ello, se suman los clásicos villancicos como el Aleluya de Handel y Jingle Bells.

François López-Ferrer -director asistente de la OSCH- de solo 25 años de edad fue escogido por el titular, Leonid Grin, para ocupar este puesto a principios de 2015. En esta oportunidad, la Sinfónica interpretó uno de los mayores logros de música de Navidad: la Suite El Cascanueces, del talentoso compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky, quien poco antes de morir decidió arreglar el ya creado ballet El Cascanueces (1892), transformándolo en una suite de ballet de 20 minutos, que se transformó en un éxito inmediato, por la fantasía que tuvo para mezclar los distintos instrumentos de la orquesta en forma totalmente novedosa.

El concierto también incluyó melodías del brillante y popular compositor estadounidense Leroy Anderson, como “Blue Tango” -la primera composición instrumental en vender más de un millón de copias-, “The Syncopated Clock”, “The Waltzing Cat” y “Sleigh Ride”, quizás la pieza de Navidad más famosa de Estados Unidos.

La OSCH también ofreció una bien lograda interpretación de El Danubio Azul de Johann Strauss II, un vals de 1866 que se transformó en un himno de Viena y que, si bien en Chile se asocia habitualmente con matrimonios, para los vieneses –y muchos europeos- es un símbolo indiscutible del nuevo año, parte habitual de los conciertos de Navidad.

“Me encanta la Orquesta Sinfónica y estoy muy contento con poder dirigirla. Siento que los músicos tienen mucha personalidad y temperamento. A la hora de hablar de un repertorio preferido, estoy abierto a todo, pero indudablemente hay una conexión fuerte con la tradición clásico-romántica, es decir, Brahms, Beethoven, Schumann, Mozart, Tchaikovsky y Schubert”, comentó François López-Ferrer.

El espectáculo de Navidad de CorpArtes culminó con la participación del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile que, bajo la dirección de Juan Pablo Villarroel, brindó una selección de 10 clásicos villancicos.El repertorio incluyó el “Aleluya”, de “El Mesías” de Handel; “Adornemos Nuestras Casas”, reconocida por su estribillo “fa-la-la”; “Noche de Paz”; “Canción de las Campanas”; y “Navidad, Navidad”.

Puede resumirse, que la Sinfónica de Chile, con un director joven, pero sobrio y con mucho conocimiento ofreció su buen nivel acostumbrado, a lo que destacó la excelente labor de los instrumentistas de cuerdas y maderas, principalmente y un coro en una noche privilegiada, con excelente actuación de la sección femenina. Todo ello en un ambiente relajado, pero de máximo esfuerzo técnico en que los músicos anunciaron sus mejores deseos para Navidad, todos con gorras como Viejos Pascuales.