Canteras Lonco comprometió ante la Superintendencia de Medio Ambiente una inversión de cerca de $500 millones para someterse a las exigencias planteadas por la autoridad. Anunció también una drástica reducción de su proceso productivo mientras obtiene autorización ambiental.

En concreto, Canteras Lonco debe someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, mediante una declaración o estudio, que la empresa cree tomará no menos de un año y medio, y en el que calculan se invertirán unos 250 millones de pesos.

También se les exigió una barrera de impacto acústico, mantención del camino y control de velocidad a un costo de 4 millones mensuales. El abogado Rodrigo Rivas, que representa a la firma ante la SMA, señala que con estos compromisos, el procedimiento sancionatorio ya está en su etapa final.

Otra arista de Canteras Lonco con la Superintendencia de Medio Ambiente es el cumplimiento de la medida provisional solicitada para el sector del botadero sur, que la autoridad estima era un peligro y donde se le pidió construir otro escalón. En ese caso, las obras ya concluyeron y se realizan estudios de suelo, a un costo de $230 millones. Trabajos que Rivas, señala, ejecutaron pese a no compartir el criterio de la autoridad.

Entre otros compromisos pactados por la cantera ante la autoridad está el de reducir a menos de 10 mil metros cúbicos al mes su proceso productivo, mientras se tramita la autorización ambiental. Esto no es menor pues representa menos de un 20% de su producción histórica.

Canteras Lonco permanece hoy con su faena clausurada por el municipio de Chiguayante, por no pago de patente. En este aspecto, se estima que en los próximos días la causa pueda ser puesta en tabla para alegatos de las partes.