Ya terminó la rendición de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), y ahora los estudiantes tienen que esperar sus resultados, que serán publicados el próximo 27 de diciembre… ¿cómo lograr llegar hasta esa fecha sin morir de ansiedad?
Muchos alumnos suelen experimentar ansiedad durante las semanas en que deben esperar sus resultados de la PSU. Ese nerviosismo puede incluso verse incrementado este año, debido a los cambios en el sistema de ranking y a la incertidumbre de no saber si podrán acceder o no a gratuidad en 2016.
Ante ello, la directora de la escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, la psicóloga Carmen Gutiérrez, recomienda que para poder superar la ansiedad e incertidumbre, lo que es conveniente es la contención y el apoyo de la gente cercana.
“Es importante que el joven sepa que los padres lo apoyan, que están orgullosos de él y que, independientemente de sus resultados en la PSU, puede contar con ellos. Esto es habitual en las familias en las que hay un diálogo abierto, franco y buenas relaciones interpersonales, a diferencia de los que ocurre en las familias más estrictas o cerradas, donde es posible que estos jóvenes se sientan más presionados, exigidos y con menos posibilidades de ser y sentirse respaldados por sus padres”, comenta.
En ese sentido, la psicóloga clínica plantea que se debe ser realista frente a la espera de los resultados, y que se debe esperar un resultado que vaya de acuerdo con la historia académica de cada joven.
“Los resultados de la PSU no se improvisan, y por ello es importante que la familia tenga una expectativa realista acerca del posible resultado de su hijo en la PSU y, desde esa base, barajar y decidir las mejores opciones posibles de estudio superior”, aclara.
En esa línea, sostiene que una expectativa realista con su proyección de futuro, es también una buena forma de apoyar.
“Obviamente, en la medida que haya más espacios de diálogo y mayor apertura a enfrentar estos temas, expectativas, temores y sueños asociados de manera abierta y franca, es una buena manera de estar presentes y contener”, indica.
La profesional añade que la espera de algo tan anhelado, como el resultado de la PSU, genera sentimientos variados, los que dependerán de cómo es la persona y de cómo siente que fue su desempeñoen la prueba.
“Puede experimentar sentimientos de temor, inseguridad o auto recriminación, pero todo ello depende básicamente de su nivel de fortaleza emocional y de autoestima”, precisa.
Por lo mismo, Carmen Gutiérrez explica que las actitudes que se pueden esperar de estos jóvenes en estas fechas también serán variadas y se relacionarán con el carácter de cada adolescente.
“Algunos más introvertidos tenderán a presentar una sintomatología ligada a lo emocional o que afecte la esfera emocional. Los jóvenes más extrovertidos tenderán a manifestarse a través de la conducta y su comportamiento en el hacer”, indica.
En esta circunstancia, la psicóloga recomienda a los padres y adultos cercanos transmitirle que el resultado que obtenga en la PSU no define las capacidades de una persona.
“El resultado refleja el nivel de conocimiento adquirido a lo largo de su educación media. Es importante, por cierto, pero su importancia no excede los límites de lo que evalúa”, puntualiza la docente de la Universidad del Pacífico.
