El “Sendero de acceso universal” fue habilitado en el marco del aniversario del Parque Nacional de Chiloé. La obra tuvo un costó de $7 millones y medio de pesos y fue financiada entre Conaf y el Servicio Nacional de la discapacidad (Senadis).

El camino tiene un ancho de 2 metros, un piso de madera, barandas especiales y contará con reseñas escritas en sistema braille para personas no videntes.

Jessica Droppelman, directora regional del Senadis, indicó que lo ideal es construir cosas que puedan servir a toda la comunidad.

La directora regional destacó que los guarda parques de la zona cuentan con el conocimiento necesario para asistir a personas con capacidades distintas.