Ad portas del verano y las altas temperaturas se preparan los casi 300 brigadistas de la zona, los mismos que combatieron la temporada pasada. Se trata de una época calificada por los expertos como “la más dramática de la que se tenga recuerdo”, con más de 3 mil 500 siniestros y cerca de 36 mil hectáreas consumidas.

Producto de esto, el despliegue de recursos tuvo que aumentar considerablemente, medios que se mantendrán intactos para la temporada 2016 y que Jorge Morales, director regional de la Conaf, aseguró son los suficientes y estarán operativos al 100% a partir del 20 de diciembre.

Informó que hoy en Chile existe un stock de 90 mil litros de líquido retardante, pero que el manejo de este químico requiere adaptación de las naves. Indicó que es muy posible que se comience a usar; eso si, sólo en aviones y dependiendo de la geografía del lugar del siniestro.

El 50% de los incendios forestales registrados en el país se generan en la región del Bío Bío. De la temporada pasada se recuerdan grandes desastres como el de la Reserva Ñuble, Laraquete, Colcura, Coronel y Mulchén, que transformaron al 2015 en uno de los años más difíciles y grotescos en este tipo de catástrofes.

El director de Conaf indicó que – para él – el más impresionante fue el de Mulchén, donde se perdieron cerca de una veintena de viviendas.

Señaló que existen más de 50 puntos críticos en la región del Bío Bío, que podrían tener un desastre parecido al de Valparaíso; como Lota, Coronel, Tome y Chillán.

Pese a esto, Morales indicó que se prevé una temporada bastante menos dramática que la anterior debido a las condiciones meteorológicas, por lo tanto aseguró que los recursos destinados son los suficientes.