Siria desmintió “categóricamente” este lunes haber utilizado armas químicas, incluido el gas cloro, desde el inicio de la guerra civil en 2011, y aseguró que colabora plenamente en los esfuerzos para destruir sus reservas.

“Deseamos afirmar categóricamente que jamás hemos utilizado cloro ni ninguna otra materia química tóxica en el transcurso (…) de cualquier operación” en Siria, “desde el inicio de la crisis hasta ahora”, aseguró el viceministro de Relaciones Exteriores, Faysal Mekdad, ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que celebraba su reunión anual en La Haya.

Damasco hizo estas declaraciones en un momento en que cada vez más países, incluidos Estados Unidos, Canadá y miembros de la Unión Europea denuncian la falta de esfuerzos del régimen de Bashar al Asad a la hora de destruir sus reservas de armas químicas.

Hay “numerosas incertidumbres sobre la destrucción del programa sirio de armas químicas, especialmente las lagunas y las contradicciones en las declaraciones” de Damasco, ha declarado un representante de la UE, Jacek Bylica, a los representantes de los 192 países miembros de la OPAQ.

Esas dudas “hacen imposible creer que el programa ha sido destruido de forma irreversible”, añadió.

La semana pasada, la OPAQ, que supervisa la destrucción del arsenal químico sirio, se mostró “muy preocupada” por su uso continuo en Siria y pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.

La organización confirmó el 6 de noviembre que se había utilizado gas cloro en marzo y gas mostaza en agosto en Siria, sin designar a los culpables.

En los últimos tiempos, se han multiplicado las acusaciones sobre el uso de armas químicas por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y el régimen sirio.

En 2013, Siria aceptó declarar su arsenal ante la OPAQ, después de que centenares de personas murieran en un ataque químico en la región de la Guta, al este de Damasco.