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Hace algunos días la actriz del momento, Jennifer Lawrence, confesó lo complejo que fue para ella filmar la primera escena de sexo de su carrera. Según comentó la artista, la situación fue tan extraña e incómoda que tuvo que tomar algunas medidas para poder sacarla adelante.

“Tuve mi primera escena de sexo hace un par de semanas y fue realmente bizarro, fue realmente raro”, reconoció la actriz en una entrevista con el portal The Hollywood Reporter. “Todo estaba bien hecho, no fue culpa de nadie, nadie hizo nada equivocado, solo una experiencia bizarra”, agregó.

Lawrence se refería a la secuencia que tuvo que rodar junto a Chris Pratt para la cinta Passengers. “Mi co-estrella está casado. Era mi primera vez besando a un hombre casado y la culpa es la peor sensación en tu estomago. Sabía que era mi trabajo, pero no podía decirle eso a mi estomago”, reconoció.

Para poder sobrellevar la situación. la ganadora del Oscar encontró una sola salida. “Me emborraché muchísimo. Pero luego eso me llevó a tener más ansiedad, y cuando llegué a casa estaba como ‘¿qué he hecho?”, aseguró. “Estaba muy vulnerable. No sabes qué es demasiado actuando en una escena tan íntima. Quieres hacerlo real. Quieres que todo sea real. Ha sido cuando más vulnerable me he sentido en mi vida”, dijo.

Por supuesto, Jennifer no ha sido la única que ha tenido problemas con este tipo de escenas. Al contrario, a lo largo de la historia del cine han sido cientos los actores que han pasado momentos incómodos y divertidos para poder conseguir la toma perfecta que aporte la intensidad necesaria a la trama.

Rosamund Pike y Neil Patrick Harris en Gone Girl

Bien conocen ese sentimiento los actores de la aclamada cinta Gone Girl, Rosamund Pike y Neil Patrick Harris. Su secuencia no sólo era pasión lo que debían mostrar, sino también sorpresa y terror. En medio del acto sexual, el personaje de Pike asesina de forma brutal al rol de Harris.

La escena fue ensayada por 3 días y repetida en 36 ocasiones, además en ella se usaron 36 sábanas, 450 galones de sangre y 36 pares de ropa interior. Según Harris, no fue nada fácil. “Tuvimos que ensayar con David -Fincher- cada pulgada, ‘entonces pones tu boca en su pene aquí y luego este número de puñaladas y entonces eyaculas’. Era raro porque estábamos desglosando técnicamente la escena sexual. Quería que fuera casi robótica, que supiéramos exactamente donde estábamos y a donde va todo”, dijo el actor a Vanity Fair.

En tanto, Pike no sólo estaba preocupada de la parte siniestra. “Estás sola con un hombre que no es tu marido, y que resulta que también él tiene un marido… Él está en ropa interior, tú estás en ropa interior, y estás ahí en la cama como simulando sexo con la ropa puesta. Así es la cosa”, explicó.

Robert Pattinson y Kristen Stewart en Amanecer Parte 1

Luego de tres películas, Bella (Stewart) por fin consigue que su amado vampiro Edward acceda a tener sexo con ella, por supuesto, después del matrimonio. La escena de Amanecer Parte 1 era esperada con ansias por las fans de la saga, quienes aumentaron la presión de los actores, que en ese momento también mantenían una relación sentimental.

“No soporto las escenas de sexo si están milimetradas y sujetas a guión, y en ‘Crepúsculo’ teníamos que hacer la escena de sexo más impresionante de la historia, tenía que ser sobre humana, de otro mundo, el mejor sexo que te puedas imaginar, así que nos quedamos pensando en cómo podríamos transmitir eso. Fue horrible, una pena porque yo quería que saliera bien”, señaló Stewart en la revista Harper Bazar, agregando que fue una verdadera agonía.

“Creo que cuanto más cómodo te sientes con la otra persona, más duro resulta hacer cualquier tipo de escena de relación intensa. Estás como pensando, ‘No quiero hacer el ridículo enfrente de estas persona”
agregó en otra oportunidad Robert Pattinson.

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Natalie Portman y Ashton Kutcher en No Strings Attached

El sexo es parte importante de esta comedia romántica, donde dos jóvenes profesionales mantienen una relación de “amigos con derechos”, que les permite tener relaciones sin la necesidad de atarse en una situación romántica.

“Filmé tantas escenas de sexo y me cansé de eso. ¡Nunca pensé que algo relacionado al sexo sería algo de lo que me cansaría”, señaló Kutcher al diario inglés Mirror. “Uno siempre está esperando, preguntándose cuándo el director va a decir ‘corte’. ¿Qué tan lejos vamos a llevar esto?”, agregó.

En tanto, Portman reconoció que aún se siente rara en aquellas escenas. “Soy muy inmadura, así que aún me siento muy ridícula en esas escenas. Pero sí, (…) De vez en cuando reviso ciertas escenas para asegurarme de que me sentí bien haciéndolas. En mitad de esas tomas, sueles ir en la dirección contraria a lo que estás haciendo. ‘Oh, qué piensas hacer este fin de semana’. En plan, conversación totalmente benigna, para que la cosa parezca un poco más normal”, expresó al tiempo.

Años más tarde, la pareja del actor, Mila Kunis, también tuvo su propia escena de sexo con Portman en la cinta Black Swan. “Un hecho divertido: hay una persona en el mundo que tanto Ashton [Kutcher] y yo hemos besado, y es Natalie Portman”, señaló Kunis.

Sobre la escena en sí, reconoció que fue complejo, pero que siempre lo es. “Es difícil hacer escenas de sexo, punto. No importa si es un amigo, un hombre, una mujer. Estás delante de un equipo de más de 100 personas, que te están iluminando, reposicionando. No hay confort en absoluto”, detalló a The Huffington Post.

Michelle Williams y Ryan Gosling en Blue Valentine

La cinta fue aclamada por la crítica gracias a la realidad que su director Derek Cianfrance plasmó a sus escenas. Para lograr su objetivo, el realizador pidió a los protagonistas vivir juntos durante un mes e impregnarse en la cotidianidad que necesitaban.

El filme incluyó dos escenas de sexo que llamaron la atención e incluso causaron polémica por su intensidad. “Filmamos primero el comienzo de nuestra relación y fue divertido y animado. Luego hicimos las escenas de sexo y fue… tóxico. Ryan y yo dejamos de relacionarnos con el otro como Ryan y Michelle. Rodar aquellas escenas nos llevó una eternidad. Cada noche tenía un trayecto largo en auto desde el set de rodaje hasta casa, y solía abrir todas las ventanas y poner la música tan alta como podía y sacaba la cabeza por la ventanilla como un perro y gritaba. Aquella era mi vía de escape”, explicó Williams, quien incluso fue nominada a un premio Oscar por este papel.

Para quienes no vieron la cinta, ésta cuenta la historia del principio y fin de un matrimonio que fue feliz, y la comentada escena incluía un imagen gráfica de sexo oral al personaje de la actriz. “Cuando filmamos esa escena, tanto Ryan como Derek me dijeron, Si esto te molesta cuando lo veas en la película, lo quitamos”, relató Williams. “Pensé Nunca he visto eso antes en una película y estoy orgullosa de ser la primera. Bien por nosotros el hacer que eso ocurriera. Como la mujer en esta situación, no encontré absolutamente nada escandaloso, de mal gusto o asqueroso sobre eso”, añadió.

Chloë Sevigny en The Brown Bunny

The Brown Bunny nació como una cinta que pretendía convertirse en un film que pasaría a la historia, sin embargo, la crítica no estuvo de acuerdo, y destruyó la producción. La película incluye una gráfica escena de sexo oral (no simulada), por lo que muchos la tildaron de “pornográfica, pero ni siquiera tan buena en eso”.

“Lo que pasó fue muy complicado. Entraron en juego muchas emociones y en un momento consideré hacer terapia para hablar del tema. Pero adoro a Vincent y la película es tan hermosa y trágica que no puedo evitar sentirme orgullosa de ella”, declaró Sevigny.

Ya no me siento cómoda haciendo escenas de sexo, hice muchas y muy explícitas, pero ahora me encuentro más consciente de lo que sucede y no voy a poder liberarme así que… ¿cuál es el punto?”, aseguró la actriz.

 The Brown Bunny

The Brown Bunny

Jamie Dornan y Dakota Johnson en Cincuenta Sombras de Grey

Aunque sabían a lo que iban cuando aceptaron el rol protagónico en la trilogía erótica más famosa del mundo, Jamie Dornan y Dakota Johnson no lo pasaron tan bien en las escenas de sexo. Dichas secuencia, que son parte vital de trama, se rodaron al final de la producción para que los actores pudiesen conocerse, pero ni siquiera eso evitó que el momento se sintiera raro.

“Algunas de las escenas fueron incómodas. Había momentos en que Dakota no llevaba ropa encima y yo tenía que hacer cosas que nunca había hecho a una mujer”, señaló Dornan en una entrevista con la revista Glamour.

Tuvimos que hacer las escenas divertidas porque estábamos muy centrados en lo que teníamos que hacer, especialmente por ella [Dakota] porque su posición era más comprometida ya que estaba completamente desnuda y eso tiene sentido cuando la cámara está grabando pero cuando se apaga, ella seguía desnuda. Yo trataba de cubrirla“, aseguró.

Por su parte, Dakota ha dicho haberse sentido cómoda y tranquila con dichas tomas, sin embargo, decidió usar una doble de cuerpo para una de ellas. “Hay un primer plano de un trasero golpeado por un cinturón. Ese no es mi trasero, porque no quería que me pegaran”, reconoció la actriz en una entrevista con Entertainment Tonight.

Emilia Clarke y Jason Momoa en Game of thrones

No sólo en el cine los actores se complican con las escenas de sexo, en la televisión también se enfrentan a estos predicamentos. Una actriz que conoce el tema de cerca es Emilia Clarke de Game of Thrones.

Como sabrán, durante la primera temporada de la serie su personaje Daenerys Targaryen, tuvo violentas secuencias con Khal Drogo (Jason Momoa) que provocaron bastante polémica. Pero más allá de eso, la grabación del momento no fue el más cómodo para los artistas.

En una entrevista con un programa de televisión inglés, Clarke confesó que Momoa bebía alcohol antes de entrar a escena y además escondía sus partes íntimas con un calcetín esponjoso rosado, para reducir la tensión. “¡Era enorme y de color rosa, y yo no sabía qué hacer con eso!”, dijo la actriz riéndose.

Emilia, sin embargo, ha confesado ya está de acuerdo con las ese tipo de secuencias. “Las escenas de sexo deberían ser más sutiles”, comentó Clarke. “Yo soy británica, así que esas cosas me ponen nerviosa: no las soporto. (…) No quiero que me echen el sexo a la cara, y siempre he pensado que insinuar es más excitante que mostrar el acto en sí. La mayoría de las escenas de sexo que ves en las películas o en TV son gratuitas, y sólo están ahí para atraer al público”, dijo. “En pantalla, lo más sutil es lo mejor”, agregó.

Keira Knightley en ‘Dangerous Method’

Al igual que Jennifer Lawrence, la técnica de de Knightley para sobrellevar las escenas de sexo, fue el alcohol. “Me tomé un par de chupitos de vodka antes y un par de copas de champaña después, para celebrar que no tendría que hacerlo otra vez”, señaló la actriz hace tiempo.

La actriz se estaba refiriendo a las escenas en la cinta Dangerous Method de David Cronenberg, donde interpretaba a una mujer rusa con serios problemas mentales que visitaba a los psiquiatras Carl Jung y Sigmund Freud. En una de las escenas, su personaje recibía varias nalgadas , algo con lo que ella no estaba cómoda.

“La primera vez que leí el guión, pensé: ‘El libreto es fascinante, es David (Cronenberg), y tengo muchas ganas de trabajar con él, pero leí esas dos escenas y pensé,’ No creo que puedo hacer eso’, sobre todo porque es la era de Internet, esto va a estar en todas partes y no quiero eso’, reconoció, aunque finalmente aceptó hacer la escena.