Turquía recomendó el sábado a sus ciudadanos aplazar todo viaje no urgente a Rusia, en plena crisis entre ambos países después de que Ankara derribara un avión ruso en la frontera siria.

Este llamado fue realizado debido a las “dificultades que están teniendo los ciudadanos turcos que viajan o residen” en Rusia y estará en vigor “hasta que la situación se aclare”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores turco en un comunicado.

Las relaciones entre Ankara y Moscú pasan por una grave crisis desde que la aviación turca abatió el martes un bombardero ruso cerca de su frontera con Siria.

Los turcos afirman que el aparato volaba dentro de su espacio aéreo y que le pidieron varias veces dar media vuelta antes de disparar. Pero los rusos dicen que el bombardero Su-24 volaba sobre Siria y no recibió ninguna advertencia.

Moscú anunció que prepara represalias económicas contra Ankara y decidió restablecer a partir del 1 de enero de 2016 las visas para los turcos que quieran ir a Rusia.

El miércoles, cientos de manifestantes lanzaron piedras y rompieron ventanas de la embajada de Turquía en Moscú. Ciudadanos turcos se quejaron de haber sido arrestados por la policía rusa.