El presidente francés, François Hollande, viaja este jueves a Moscú para tratar de incorporar a Vladimir Putin a un frente unido contra el grupo Estado Islámico, tras obtener un nuevo apoyo, el de Italia, a la “estrategia global” propugnada frente al terrorismo.

Antes de volar a Rusia, Hollande se entrevistó este jueves en París con el primer ministro italiano Matteo Renzi, quien confirmó el compromiso de Roma en favor de una “estrategia global, diplomática, militar, humanitaria, cultural y civil” contra el terrorismo. Renzi no precisó sin embargo qué forma adoptará dicho compromiso.

“Es necesario hacer un esfuerzo cada vez más inclusivo, crear una coalición más amplia”, para lograr “la destrucción del Estado Islámico”, añadió Renzi en declaraciones a la prensa.

Los dos dirigentes manifestaron también su inquietud por Libia, un país sumido en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 y que según Renzi “podría ser la próxima emergencia”. Hollande pidió la instauración de un ansiado gobierno de unión nacional, para evitar “que el Estado Islámico se instale y avance” en ese país.

El mandatario francés sigue inmerso en el maratón diplomático de esta semana, en la que se reunió con el primer ministro británico David Cameron, el presidente estadounidense Barack Obama en Washington, la canciller alemana Angela Merkel y Renzi.

La ambición de Hollande es formar una coalición sólida y unida frente al grupo yihadista Estado Islámico, autor de los atentados del 13 de noviembre en París, en los que murieron al menos 130 personas, y de los que sigue buscándose a dos supuestos cómplices, el francés Salah Abdeslam y el belgo-marroquí Mohamed Abrini.

En esa línea, trata de acercar posiciones entre la coalición liderada por Estados Unidos contra el EI en Irak y Siria, y Rusia, que interviene por su propia cuenta en este último país con el objetivo primordial de apoyar al régimen de Damasco.

Desde el 30 de septiembre, Rusia efectúa bombardeos aéreos en Siria, principalmente contra otros grupos rebeldes hostiles al régimen. Las potencias occidentales no dejan de reprocharle a Putin esta estrategia y le piden que se concentre en combatir al EI.

En el encuentro previsto en Moscú, Hollande le hará valer al mandatario ruso que ha dejado de lado su demanda de que renuncie el presidente sirio Bashar al Asad para facilitar una transición política, si bien Obama no comparte la misma posición.

La estrategia de Hollande de formar ese frente unido contra el EI se complicó el martes con el derribo de un caza ruso cerca de la frontera siria por parte de Turquía, que acusa al aparato de haber violado su espacio aéreo.

El incidente ha abierto una crisis diplomática entre Moscú y Ankara, aunque los dirigentes de ambos países no quieren una escalada, y el miércoles el canciller ruso, Serguei Lavrov, dejó claro que su país no tiene planes de “ir a una guerra con Turquía”, miembro de la OTAN.

Por su lado, David Cameron pedirá este jueves al Parlamento británico extender a Siria la campaña militar contra el Estado Islámico, según una respuesta escrita a los diputados.

Hasta ahora, Londres participa sólo en los bombardeos en Irak, dentro de la amplia coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos en ambos países.

España, que ya participa en la campaña contra el EI en Irak, mantiene la incertidumbre en cuanto a su posible participación en Siria.

Tras ofrecer toda su ayuda en un primer momento, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, dijo que sigue esperando un pedido concreto de Francia. Y es que a pocas semanas de las legislativas del 20 de diciembre, el dirigente conservador no parece querer lanzarse en una iniciativa que le pueda salir cara en las urnas a su formación, el Partido Popular.