A menos de 24 horas de haber sido oficializado como el nuevo agente ante la Corte Internacional de Justicia por la demanda reivindicatoria boliviana, el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, enfrenta una polémica por las opiniones que entregó mucho antes que el vecino país concretara su acción ante el tribunal asentado en La Haya.

En noviembre de 2010, mientras todavía se mantenía a la cabeza de la Organización de Estados Americanos, Insulza reconoció que con frecuencia el reclamo de Bolivia por terminar con su condición mediterránea aparecía en la opinión pública, y emplazó a encontrar un punto de acercamiento con dicha nación.

“No sé cómo se va a resolver, pero creo que ya es hora de hacer propuestas concretas. Llevan mucho tiempo de diálogo Bolivia y Chile, llevan mucho tiempo conversando”, afirmó a Televisión Nacional hace cinco años.

Durante el gobierno de Eduardo Frei, mientras José Miguel Insulza se desempeñaba como ministro de Relaciones Exteriores, hubo una serie de conversaciones con Bolivia en relación a la demanda marítima. Entre esos diálogos se aludió a la eventualidad de entregar facilidades de carácter amplio para utilizar el puerto de Iquique.

Insulza admitió la existencia de “conversaciones discretas”, evitando aludir a ellas como una negociación secreta, que “no fructificaron en ese momento”.

Uno de los encargados de revivir esas declaraciones fue el diputado del PPD Jorge Tarud, quien en 2010 criticó duramente las palabras del entonces secretario general de la OEA.

“Él no puede entrometerse en lo que es el diálogo y la relación bilateral entre Chile y Bolivia cuando nadie se lo ha pedido y, por lo tanto, que él esté presionando a Chile para realizar una propuesta concreta es absolutamente inaceptable”, manifestó el parlamentario.

Ahora, Tarud pide nuevamente que Insulza explique el tenor de sus dichos, especialmente tras ser nombrado agente.