El presidente de la Comisión de Árbitros, Pablo Pozo, salió en defensa de los jueces, luego de las declaraciones de Carlos Chandía, quien aseguró que cuando él se desempeñaba en el cargo recibió presiones en 2001 para “perjudicar a Everton y Wanderers”.

“Es un tema que tienen que contestar los involucrados. No hace bien, porque pone un manto de duda. En esa época, yo era árbitro. Más que responderle a Chandía, lo que puedo hacer es una defensa pues confío en la honorabilidad de los árbitros, porque podemos ser buenos o malos, pero deshonestos no somos”, expresó Pozo al diario La Tercera.

“De todas maneras. Si yo pensara otra cosa, no estaría acá. Hago una defensa a ultranza. Deshonestos no somos. Llamamos a la tranquilidad a quienes siguen el fútbol. Entrenamos toda la semana para dirigir el fin de semana. Si supiera algo, prometo que no estaríamos acá y ningún árbitro callaría algo de esta naturaleza. Somos profesionales” agregó.

A su vez, al ser consultado por el matutino si ha recibido presiones para perjudicar a algún club, señaló que “este cargo es bastante político, que hay que saber manejar y tener la disposición de escuchar a todos los presidentes. Tengo una relación cordial con todos”, cerró.