De forma recurrente quienes son sarcásticos y un tanto irónicos son vistas como personas agresivas e incluso malvadas, sin embargo, este particular comportamiento en realidad tiene varios puntos a favor que posiblemente desconocías.
Al parecer el sarcasmo es un rasgo evolutivo importante, y eso quedó plasmado en una nueva investigación realizada por la Universidad de California en Estados Unidos, la cual arrojó que al parecer en el pasado se utilizó esta conducta como un método para diferenciar a las personas leales de los mentirosos.
De acuerdo a lo señalado por la neurofisióloga Katherine Rankin, los humanos utilizan el sarcasmo como una forma de sobrevivencia y como un método para formar relaciones fuertes y duraderas.
Del mismo modo, los investigadores señalan que la ironía es creada e interpretada en un sector del cerebro conocido como giro parahipocampal, denominada también como el área en que se forma la inteligencia.
Asimismo, las investigaciones en el área arrojan que el sarcasmo ayudó en gran medida a establecer las primeras civilizaciones humanas, especialmente debido a la necesidad de las personas de relacionarse con otros al momento de interactuar socialmente, donde las relaciones interpersonales siguen siendo vital para nuestra supervivencia.
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En este plano el sarcasmo se percibe como la forma de comunicación (positiva o negativa) que conecta a las personas, donde el humor se presenta como el elemento vital al momento de interactuar con alguien, ya que si alguien no entiende tus bromas, es posible que se convierta rápidamente en tu enemigo. Lo mismo ocurre cuando uno no encuentra a alguien gracioso, lo más probable que no te llame la atención compartir con esa persona; sea como sea, el sarcasmo juega un papel vital a la hora de crear o destruir algunas relaciones.
El psicólogo francés, Nicolas Gueguen, realizó un estudio en el que participaron 60 mujeres entre los 20 y 26 años. En aquella instancia cada fémina interactuó con un hombre moderadamente sarcástico y después con uno de personalidad más directa. Extrañamente, las mujeres reportaron que se sentían más atraídas por el galán sarcástico que por el que se había mostrado más amable.
En otro estudio, un grupo de expertos descubrieron que aquellos hombres que bromean y también saben aceptar una broma con gracia, a menudo son más exitosos en situaciones sociales que quienes se enojan rápidamente ante un comentario de esa índole. Admítelo, en ocasiones el trabajador más eficiente no es el que obtiene el aumento, alguna veces se trata de la persona más carismática.
