Durante este viernes el obispo de Osorno, Juan Barros, declaró en la Corte de Apelaciones de Valdivia, dando cuenta a la justicia de su versión tras la demanda interpuesta por tres víctimas de abuso sexual de Fernando Karadima, quienes reclaman que las altas magistraturas encubrieron los actos deshonestos, poniendo al prelado local como uno de ellos.

En más de cuatro horas, Barros dio cuenta de su relación con el ex párroco de El Bosque, recinto eclesiástico al que llegó en 1971 y que frecuentó hasta el 2010, según su declaración, donde además definió su futuro como sacerdote, proceso en el que Fernando Karadima fue su guía espiritual.

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Además dio cuenta de haber conocido a los tres demandantes, Juan Carlos Cruz, James Hamiltón y Tomás Murillo, incluso recordando la época. Pese a ello descartó de plano haber sabido ni menos presenciado actos de abuso sexual, negando las denuncias que lo involucran.

Todo bajo el argumento de que si bien estaba vinculado con El Bosque y Karadima, su trabajo como sacerdote, párroco u obispo en diversas zonas del país, generaban que no estuviera siempre en el recinto. Según declaró, sólo se enteró de las denuncias una vez salieron a la luz pública por los medios de comunicación, descartando nuevamente que mientras era secretario del cardenal Fresno hubiese recibido denuncias, menos aún destruirlas.

Para Juan Carlos Claret, vocero del Movimiento de Laicos Organizados, la versión entregada por Barros a los tribunales es la misma que ha mantenido desde hace siete meses, negando todo lo acusado y cayendo en que recuerda cosas y a la vez no, por lo que no es sorpresa su testimonio.

En la declaración a la Corte de Apelaciones de Valdivia, al ser consultado sobre si cree que las acusaciones contra Karadima son ciertas, Barros enfatizó en que, “ yo he adherido abiertamente a los dictámenes de la Congregación para la doctrina de la fe”, agregando que si bien no presenció los hechos, si tal entidad los dio por efectivos, adhiere a tal verdad.

Por otra parte, consultado sobre si cree que los denunciantes le han hecho daño a la iglesia, el obispo de Osorno dijo que “si han denunciado una verdad no se hace daño”.

Todas respuestas, que según Claret, crean confusión en los fieles, incluso en los sacerdotes.

De ahí a que insistió en que su declaración no sorprende, ni menos entrega confianza a los fieles católicos de Osorno.