El cáncer de mama es uno de lo males que ataca de forma constante al género femenino en todo el mundo, y como una forma de celebrar que un gran número de féminas ha superado tal enfermedad, una cuenta de Instagram ha publicado una serie de imágenes mujeres que se han tatuado sus senos como una técnica de tapar las cicatrices dejadas por la mastectomía (intervención de extirpación de seno)

Si bien la iniciativa ha sido todo un éxito, el pasado 14 de noviembre la página no estaba disponible, y ello se debió a que la red social bloqueó tales imágenes por encontrarlas “subidas de tono”.

Todo comenzó cuando en 2010 una sobreviviente de cáncer de mama se acercó a Amy Black en Virginia, Estados Unidos, para solicitar sus servicios de tatuadora, ya que tras someterse a una mastectomía quiso que la ayudara a reconstruir la imagen de su pezón y disimular así la cicatriz dejada por la intervención.

Así fue como se inició un nuevo capítulo en la vida de Amy, ya que su talento para dibujar sobre la piel hizo que muchas otras mujeres que vencieron el cáncer le pidieran un tatuaje en sus senos para sentirse cómodos y recuperar nuevamente su seguridad.

“Me sentí muy afortunada de ayudar a alguien, y quería hacer algo más” fueron parte de las declaraciones de la artista al portal de noticias BuzzFeed.

Como las aseguradoras no cubrían los gastos por este tipo de cirugía, Amy formó Pink Ink Fund, una fundación que apoya financieramente a las mujeres que deseen realizarse un tatuaje tras la mastectomía y así lograr sentirse bien nuevamente con su cuerpo.

Hay que tener en claro que el arte que plasma esta artista en los cuerpos de las mujeres intervenidas ha ido mucho más lejos que querer reconstruir la apariencia de un pezón, hoy Black a través de su organización ha logrado crear imágenes impresionantes llenas de color, con diversas figuras y tamaños.

Debido al éxito conseguido, la artista decidió compartir los testimonios y tatuajes con el resto de las mujeres en una situación similar a través de las redes sociales, razón por la que abrió un cuenta en Instagram, donde por dos años publicó cientos de fotos de sus clientas que le ganaron al cáncer.

Sin embargo, cuando la semana pasado intentó subir una nueva fotografía, notó que su cuenta había sido desactivada. Al ver aquello, Black envió un correo a Instagram para aclarar el error y averiguar lo sucedido.

En minutos la artista recibió una respuesta por parte de la compañía, empresa que le indicó en su escrito que todo estaba correcto y que el cierre de su cuenta no se trataba de una equivocación, sino de un bloqueo debido a que las imágenes publicadas “contenían desnudos y estaban sexualizadas”.

“Siempre fui muy cuidadosa y atenta a los comentarios y al texto de las fotos, con hashtags que explicaban que esto estaba totalmente relacionado con mujeres que le habían ganado al cáncer”, declaró Black al medio señalado.

Una vez que se dio a conocer la noticia, Instagram recibió una ola de críticas negativas por su decisión de desactivar la cuenta de Pink Ink Fund.

Debido a los constantes comentarios negativos hacia la red social, la compañía tuvo que reactivar la cuenta y enviarle un correo a Amy, en el cual le ofrecía una disculpa por el “error”.

“A pesar de que reactivaron la cuenta, espero que hablar de esto ayude a que Instagram no lo haga de nuevo y pueda cambiar sus normas”, concluyó Amy.