Para unos fue un hecho de justicia mientras que para otros una manera desmedida de aplicarla. Estas fueron las sensaciones que dejó la audiencia de lectura de sentencia contra los dos jóvenes osorninos condenados por el crimen del trabajador municipal José Gajardo González, cometido en Rahue Alto en marzo de este año.
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El tribunal local determinó condenar a 15 años de cárcel al mayor de los imputados, pena que será de cumplimiento efectivo, mientras que para el adolescentes se impuso una sanción de 7 años, de los cuales cinco serán cumplidos al interior de un centro cerrado del Sename.
Para la viuda del trabajador municipal, Marianela Bórquez, las penas impartidas son las justas, permitiendo que ahora pueda retomar su vida y cerrar un episodio crítico como fue el asesinato de la persona con quien había pasado 38 años de su vida.
Por su parte, Rigoberto Marín, a cargo de la representación penal del adolescente, manifestó estar en completo desacuerdo con la visión de los magistrados, añadiendo que en esta causa no se reconocieron las atenuantes que beneficiaban al menor de edad como a su compañero, que era la irreprochable conducta anterior y la colaboración durante la investigación y que le habrían permitido tener una sentencia menor.
Una visión más crítica, en lo referente a la aplicación de la sentencia tuvo la abogada del mayor de los imputados, Marlis Sagner, quien señaló que a su juicio no se respetaron ciertos parámetros llevando a desestimar las atenuantes que insiste, le favorecían a los imputados.
Por todo lo anterior es que ambos defensores anunciaron que está la intención de recurrir ante la Corte de Apelaciones de Valdivia con el objetivo de anular la sentencia y poder realizar, en lo posible una defensa que permita configurar las atenuantes que en esta oportunidad los magistrados no quisieron reconocer.
