Las más de 7 mil 500 toneladas de harina de pescado procesada por la pesquera Bahía Coronel y que fue encontrada en cinco bodegas de la comercializadora Salmones Chile, siguen decomisadas mientras continúa en la vía judicial la tramitación de la denuncia del Sernapesca.

Cuando el 25 de septiembre el servicio informó de la gigantesca operación que involucraba a ambas empresas del grupo Errázuriz, confirmó que además de las citaciones al tribunal a los involucrados, se había oficiado al Servicio de Impuestos Internos por una posible evasión tributaria.

Según fuentes de Radio Bío Bío, representantes del organismo y del Sernapesca se han reunido en varias oportunidades en la zona, pese a ello Impuestos Internos no lo reconoce, pues lleva sus indagaciones de manera reservada y podría tomarse más tiempo del esperado debido a la complejidad de la materia.

La Radio abordó al recién asumido director regional del servicio, Jorge Lara, quien declinó referirse a este caso.

Tras la incautación de la harina de pescado, fruto de un plan de fiscalización de pesquerías pelágicas a lo largo de toda la cadena productiva, desde la extracción hasta la comercialización, las presiones no han cesado.

Las visibles, como los ataques a las oficinas del Sernapeca, y otras más ejecutivas, relacionadas con un lobby encubierto a órganos fiscalizadores.

En tribunales, las causas se están viendo de manera separada, pues las denuncias están radicadas en juzgados donde se emplazan las bodegas comercializadoras. Salmones Chile no ha prosperado en su intento por que se levante el decomiso, algo que solicitó desde los inicios de la investigación.

Y en el ámbito gremial, llamó la atención que Asipés se abstuviera de tomar medidas acerca de su empresa socia Bahía Coronel, argumentando que el caso está en investigación, una señal contradictoria a la adoptada por ejemplo por la Sofofa respecto de CMPC por la colisión del papel tissu.