Al menos dos palestinos murieron el lunes cuando militares israelíes destruían una vivienda en Qalandia, en Cisjordania ocupada, indicaron fuentes médicas palestinas.

Sin embargo, el portavoz del ejército israelí, Peter Lerner, confirmó la muerte de los tres palestinos.

De acuerdo a los primeros antecedentes, hubo un tiroteo cuando las fuerzas israelíes comenzaron la destrucción de la vivienda de Muhammad Abu Shaheen, un palestino acusado de haber matado el 19 de junio al israelí Danny Gonen cerca de la colonia judía de Dolev, en Cisjordania.

Inmediatamente después del incidente, las fuentes palestinas dieron parte de dos palestinos, en tanto que el ejército israelí señalaba a tres palestinos “alcanzados” por disparos.

Asimismo, durante la operación de destrucción de la vivienda de Shaheen, centenas de palestinos atacaron con piedras y cócteles molotov a los soldados, indicó el ejército israelí.

El ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, justificó la destrucción de las viviendas de los supuestos autores de los ataques antiisraelíes.

“Esta medida demostró ser disuasiva”, dijo Yaalon a la radio militar israelí.

“Tuvimos la prueba de su eficacia el sábado, cuando el padre del autor del atentado que le costó la vida al rabino Litman y su hijo nos entregó a su hijo por temor de que su vivienda fuera destruida”, agregó.

Yaalon se refería al palestino acusado de haber matado al rabino Yaakov Litman y a su hijo Netanel el viernes pasado en Cisjordania, cuya detención fue anunciada el domingo.

“En los últimos meses, varios palestinos nos entregaron a sus hijos o nos informaron anticipadamente de que iban a cometer un atentado para evitar que su vivienda fuera destruida”, dijo Yaalon.

Las destrucciones de viviendas no se van a suspender por los enfrentamientos de Qalandia, “donde nuestras fuerzas actuaron de forma profesional”, agregó Yaalon.

El sábado las fuerzas israelíes destruyeron en Cisjordania ocupada las viviendas de cuatro palestinos autores de ataques antiisraelíes.

Desde el 1º de octubre pasado, 83 palestinos, un árabe-israelí y 12 israelíes murieron en la escalada de violencia.

La mayoría de los palestinos murieron cuando atacaban o intentaban atacar a israelíes con arma blanca, y otros en enfrentamientos con las fuerzas israelíes.