Luego de los múltiples atentados en París, donde más de un centenar de personas murió, la preocupación por los chilenos residentes en esa ciudad se incrementó.

Pedro Pablo Achondo, sacerdote que recorre el sur del país y actualmente estudiante en Francia de los Sagrados Corazones, describió la realidad actual de la capital francesa y las repercusiones que tuvieron los atentados en los habitantes.

Según describió, cerca de su casa, la sede mundial de los Sagrados Corazones, ocurrieron al menos dos de los seis atentados, todos a menos de 10 minutos de su residencia.

También detalló el ambiente el día después de la tragedia, remarcando el clima de desolación en las calles, donde no se ha registrado mayor intervención policial, explicando que las personas salen a caminar o van a sus trabajos normalmente.

Achondo, que vive en un sector donde existen sedes religiosas, dijo que luego del atentado contra la revista Charlie Hebdo que dejó a 12 víctimas fatales, el estado decidió instalar una cámara de seguridad en la puerta de su residencia, para aumentar la vigilancia en puntos públicos o de mayor tránsito de personas.

El sacerdote agradeció a los chilenos por la preocupación mostrada la noche del viernes, donde incluso muchos de los extranjeros se enteraron por sus familias en nuestro país de lo ocurrido en París.