En un clima marcado por las tensiones con Bolivia, por la demanda marítima, y Perú, por la situación fronteriza en el Hito Nº1, el Gobierno defendió la ejecución del ejercicio militar “Huracán” tras las críticas del presidente Evo Morales, que acusó intenciones expansionistas de Chile.

El vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, recalcó que “no va a ser la política propagandística de un gobierno como el de Bolivia que va a determinar el cumplimiento de los objetivos y la agenda institucional de nuestras Fuerzas Armadas”.

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Fue el propio presidente Evo Morales quien acusó a Chile de querer “intimidar” con este despliegue militar cerca de la frontera. Incluso se levantaron voces críticas al interior del mismo conglomerado de gobierno, como el senador Alejandro Navarro, quien llamó a suspender esta vez esta actividad.

En la misma línea de Díaz, el ministro del Interior y Seguridad Pública, Jorge Burgos, quien encabezó hace un tiempo la cartera de Defensa, resaltó que el Ejercicio Huracán “es un ejercicio que se hace mucho tiempo, apreciado muchas veces por presidentes de la República, es un ejercicio del Estado de Chile y necesario para nuestras Fuerzas Armadas”.

¿Se imagina usted que nosotros tomáramos las decisiones en función de las críticas del señor Morales?“, dijo Burgos a la prensa, agregando que “no corresponde entrar a debatir la opinión del presidente de otro país respecto a nuestros ejercicios. Todo tiene un límite y ese límite no lo traspasemos entre nosotros”, sentenció.

En los ejercicios participaron cerca de 5.500 efectivos: 2.000 de la Armada, 1.000 de la FACh y 2.500 del Ejército.