Un tratamiento para la hipertensión arterial más agresivo de lo usual puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso de muerte, según resultados preliminares de un estudio publicado este lunes.

El estudio realizado en Estados Unidos y aplicable a mayores de 50 años demostró que reducir la presión sistólica a 12 disminuye en un 24% el riesgo de infartos, deficiencia cardíaca o de un accidente cardiovascular.

Asimismo, reduce un 27% la mortalidad vinculada a esas patologías, en comparación con la recomendación actual de mantener una presión sistólica de 14 (1400 mm/hg), al menos en este grupo de edad.

El tratamiento más agresivo también parece eficaz para las personas mayores de 75 años, según el estudio SPRINT (Estudio de intervención en la presión sistólica de la sangre) presentado en la conferencia anual de la Asociación del Corazón estadounidense y publicado por la revista especializada New England Journal of Medicine (NEJM).

“El estudio provee potencialmente información que salvaría vidas, que podría ser útil para los proveedores de cuidados de salud cuando consideren el mejor tratamiento para algunos de sus pacientes, particularmente a los mayores de 50 años”, dijo Gary Gibbons, director del instituto del Corazón, Pulmones y Sangre (NHLBI, en inglés) y principal autor del estudio.

Este tratamiento más intensivo de la hipertensión también está vinculado a un mayor riesgo de problemas graves, como anomalías de hipotensión, desmayos y problemas renales, sin que haya indicios en este punto de daño irreversible.

El análisis de estos datos clínicos y de futuros estudios deberán ayudar a comprender cómo este tratamiento agresivo para bajar la tensión arterial altera el funcionamiento renal. “Nuestros resultados proveen una importante evidencia de que tratar la presión sanguínea a un nivel más bajo para pacientes mayores o de alto riesgo puede ser beneficioso y dar mejores resultados en la salud en general”, indicó Lawrence Fine del NHLBI.

El estudio comenzó a finales de 2009 con más de 9.300 pacientes de 50 años en adelante, reclutados en cientos de centros médicos en todo Estados Unidos y Puerto Rico. Se trata de la mayor investigación clínica hasta la fecha para examinar los efectos del tratamiento para la hipertensión, con enfoque en la presión sistólica de la sangre a un nivel menor al recomendado.