La producción industrial china se ralentizó de nuevo en octubre, según cifras publicadas el miércoles, que confirman el estancamiento de la actividad en la segunda economía mundial, aunque revelan una buena resistencia de las ventas minoristas, barómetro del consumo.

La producción industrial progresó el mes pasado 5,6% en un año, indicó la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), tras registrar un alza en agosto de 6,1% y en septiembre de 5,7%.

La cifra contrasta además con lo pronosticado por los analistas consultados por la agencia Bloomberg News, que esperaban al contrario una aceleración de 5,8%.

El sector industrial chino sigue afectado por la sobrecapacidad y una demanda poco robusta.

En cambio, las ventas minoristas, consideradas el barómetro del gasto de los hogares, aumentaron en octubre un 11% en un año, marcando una ligera aceleración, por encima de las expectativas del mercado (10,9%).

En cuanto a las inversiones en capital fijo, que revelan sobre todo el gasto en infraestructuras, aumentaron 10,2% en un año.

Esta salva de indicadores mensuales ensombrecen aún más el panorama poco alentador aunque contrastado de la coyuntura china.

El crecimiento del PIB chino se ralentizó 6,9% en el tercer trimestre, su peor desempeño desde 2009. Aunque las autoridades mantienen un objetivo de “alrededor de 7%” para el conjunto de 2015, muchos analistas creen que difícilmente se alcanzará.