La vocera de las cuatro familias pehuenche que el 2003 firmaron un protocolo de entendimiento con el gobierno para la construcción de la central Ralco en Alto Bío Bío, aseguraron que aún quedan promesas incumplidas y advirtieron que están cansados del diálogo sin acciones concretas.

Recordemos que las hermanas Berta y Nicolasa Quintremán presentaron un reclamo ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos para evitar que sus tierras fueran inundadas en el marco del proyecto hidroeléctrico. Posterior a ello, en octubre del 2003 se firmó un acuerdo amistoso con el Estado con una serie de medidas compensatorias.

Sin embargo, a más de una década de aquello, Hilda Riquelme, vocera de las cuatro familias suscritas al protocolo, denunciaron que existen incumplimientos en materias habitacionales y de entrega de tierras, asegurando que están cansados de sentarse a mesas de diálogo que no ofrecen soluciones concretas.

La dirigenta solidarizó con el lonko de Malla Malla, Segundo Suárez, quien quemó una bandera chilena bajo el argumento que es símbolo de sometimiento de los pueblos indígenas y advirtió que están cansados, ya que existe celeridad para instalar proyectos hidroeléctricos pero no para dar curso a sus demandas.

Riquelme agregó que las autoridades se molestan con el levantamiento de las comunidades pehuenche, sin embargo estas manifestaciones responden al cansancio de 16 años de infructuosas gestiones.

Hay que hacer presente que Hilda Riquelme efectuó dicha denuncia acompañada de la mítica dirigenta pehuenche Berta Quintremán Calpán, quien pese a su disminuido estado físico aseguró que seguirá luchando por los derechos de las comunidades cordilleranas.