El año pasado conocimos la historia de Rob Greenfield, un aventurero ambientalista estadounidense que despertó la atención de los cibernautas tras contar su particular desafío de pasar un año entero sin ducharse. Aunque durante esos 12 meses nunca tomó una ducha, se bañó en fuentes naturales de agua como lagunas y cascadas, y usó jabón biodegradable para no contaminar el ambiente.

Al conocer este caso, muchos consideraron que se trataba de un desafío extremo, pero lo cierto es que lo que hizo Greenfield ni se acerca a lo que ha hecho el ingeniero químico norteamericano David Whitlock.

El científico de Boston no se ha duchado durante 12 años (sí, leíste bien). La revista especializada LiveScience indica que esto no es parte de un experimento ecologista, sino que el profesional está firmemente convencido de que los humanos no necesitan la ducha para mantenerse sanos y también cree que usar jabón a diario elimina bacterias beneficiosas que mantienen a raya a otras que nos causan daño.

Para evitar la presencia de bacterias que causan mal olor, Whitlock diseñó un spray bacterial llamado AO+ Mist -y que ahora vende la compañía AoBiome bajo la marca Mother Dirt- el cual reduce la necesidad de usar jabones, desodorante, e incluso puede llevar a reducir o eliminar la necesidad de ducharse a diario.

De acuerdo a LiveScience, Whitlock comenzó con la idea de dejar de ducharse luego de que un amigo le preguntara por qué su caballo podría rodar por el suelo sin peligro y que si acaso tenía un recubrimiento natural con una sustancia beneficiosa que lo protegiera. Fue así como el científico llegó a la conclusión de que el pelaje del caballo tenía algunas especies de bacterias del género Nitrosomonas.

Whitlock explicó al medio especializado que especies como langostas, lombrices de tierra, tortugas de agua, almejas, y esencialmente todos los organismos que está en contacto con el agua o el suelo, alojan a este tipo de bacterias.

El experto afirmó que las bacterias nitrosomonas descomponen el amoniaco, produciendo nitrito y óxido nítrico, especificando que el nitrito es una poderosa sustancia antibacteriana.

Sin embargo, en sus años de investigación, se encontró con un animal que no tenía rastros de estos oxidantes de amoníaco sobre su piel: el ser humano. Después de indagar, especuló que estas bacterias pudieron haber jugado algún papel beneficioso para los seres humanos en algún momento, pero el estilo de vida moderno -con su obsesión por la higiene y el jabón- había eliminado los nitrosomonas del microbioma de la piel.

David Whitlock | www.betaboston.com

David Whitlock | www.betaboston.com

El experto explicó que el sudor es principalmente agua, pero también contiene sustancias ricas en grasas como la urea, que al descomponerse en amoniaco puede irritar la piel. Las bacterias como Staphylococcus y Propionibacterium acnes también festinan con estas secreciones y producen sustancias malolientes.

El ingeniero químico cree que si las bacterias nitrosomonas vivieran de forma natural en nuestra piel, entonces descompondrían el amoniaco de ésta y al mismo tiempo mantendrían a otros microorganismos bajo control, reduciendo así el olor corporal.

Pero, según su teoría, los nitrosomonas fueron “asesinados” por el jabón y el agua. Además, a diferencia de los microbios que producen mal olor, aseguró, los nitrosomonas recolonizan la piel muy lentamente.

En medio de esta investigación fue que Whitlock renunció a ducharse, aunque aún se lava las manos para evitar la transmisión de enfermedades.

Él postula que debido a que la mayoría de los habitantes de las ciudades no interactúan regularmente con la suciedad, no tienen una manera natural de tener nitrosomonas. Por eso, él se dispuso a cultivar sus propias bacterias y auto-aplicarse el spray bacterial que creó.

Jasmina Aganovic, presidenta de Mother Dirt (marca que vende los spray del científico), asegura que Whitlock no huele mal. Ella aclara que aunque la empresa no sugiere que todo el mundo renuncie a la ducha, con el producto se puede reducir la necesidad de recurrir a ésta.

Cabe destacar que un estudio publicado en la revista académica Science Advance encontró pequeñas cantidades de nitrosomonas en la piel de la gente de un pueblo indígena aislado en el Amazonas, llamado Yanomami. Esta investigación sugiere que la piel humana podría haber estado recubierta con estas bacterias hace un tiempo, indicó Aganovic .

¿Es realmente necesario ducharse a diario?

Chris Callewaert, que investiga microbioma de la Universidad de Gante en Bélgica, dice que la ducha no fue tan popular en ciertos periodos de la antigüedad porque se consideraba que orar era mejor que bañarse para prevenir enfermedades.

Él asegura que la práctica de ducharse a diario se puso de moda en torno al año 1200, pero declinó nuevamente con el aumento de enfermedades como la peste en el año 1500.

Según Callewaert, no es necesario ducharse tan seguido porque la piel es un órgano de autorenovación que produce todos los compuestos necesarios para regular los microorganismos. “La piel mantiene las bacterias bajo control y se limpia a sí misma”, dijo el especialista a LiveScience.

Sin embargo, señaló el experto, ducharse sí ayuda a eliminar las bacterias que causan el mal olor corporal, por lo que el baño es la solución -por ahora- para quienes luchan contra su hedor.

Además, indicó Callewaert, hay que analizar si las bacterias oxidantes de amoníaco -que Whitlock vende en forma de spray- tienen algún impacto en la salud.

El investigador señaló que aunque muchos sospechan que el microbioma de la piel puede afectar a la salud, todavía es demasiado pronto para decir que determinados tipos de bacterias son beneficiosas.