Equipos de rescate reanudaron la mañana de este sábado la búsqueda de desaparecidos bajo la avalancha de barro y desechos mineros que arrasó con un pueblo en el sureste de Brasil, mientras autoridades iniciaban un registro para intentar aclarar el número de víctimas.

Centenares de bomberos, militares y miembros de la Defensa Civil buscaban a sobrevivientes en el mar de lodo que cubrió las cercanías de la ciudad de Mariana, en el estado de Minas Gerais, sobre todo en torno al pequeño pueblo de Bento Rodrigues, sepultado por el barro que emanó tras la rotura de los diques de contención en dos embalses de desechos de la minera Samarco.

A dos días del accidente, el balance de muertos y desaparecidos es preliminar y ha habido informaciones contradictorias de las autoridades.

El alcalde de Mariana, Duarte Gonçalves Junior, informó este sábado que el saldo oficial es de un muerto y 13 personas desaparecidas, trabajadores de la minera.

“Sólo hay una persona muerta confirmada hasta ahora, pero es lógico que (ese número) va a aumentar con total seguridad”, dijo el alcalde a periodistas.

Pero además de los 13 trabajadores desaparecidos, hay hasta una decena de habitantes de Bento Rodrigues sin paradero conocido, acotó.

“Estamos conversando con los habitantes de Bento y ya hay quien dice que está faltando alguien, pero no conseguimos cerrar esa cifra. No es un número alto, lo que estamos percibiendo con los familiares es que es de tres a seis personas, máximo 10 que están desaparecidos”, sostuvo el alcalde.

El comandante de bomberos de Mariana, Adao Severino Junior, insiste en que los muertos son al menos 17, mientras el sindicato minero local informó por su parte de 15 víctimas mortales.

El accidente se produjo en la tarde del jueves, cuando un dique de un embalse con 55 millones de metros cúbicos de desechos del proceso de extracción de mineral de hierro colapsó. Poco después, cedió otro con 7 millones de m3 de agua y toda esa mezcla avanzó rápidamente unos 2 km para desembocar en Bento Rodrigues, de 620 habitantes y ubicado a 23 km de Mariana, la ciudad más cercana.

El jueves, medio millar de personas ya fue rescatada con vida desde este poblado. Después de lavarse con agua y jabón para librarse del barro y residuos del mineral, fueron conducidos a albergues en Mariana, ciudad histórica de ese estado.

Además de arrasar con todo a su paso, la ola de barro causó un “enorme daño ambiental”, según uno de los investigadores de la fiscalía del estado de Minas Gerais.