“Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” entusiasmaron en la versión del elenco estelar

Pagliacci (elenco ), foto de Patricio Melo, TMS (c)
Pagliacci (elenco ), foto de Patricio Melo, TMS (c)
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En su estreno la noche del martes, el segundo reparto del popular programa doble operístico ofreció resultados más parejos en lo musical, en especial por el buen desempeño de sus cantantes principales.

Por Joel Poblete

Luego de dar a conocer a su elenco internacional, el Teatro Municipal de Santiago continuó con las funciones de “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” que cierran su temporada lírica 2015, presentando ahora al segundo reparto, el llamado elenco estelar, que tuvo su debut la noche de este martes, prosiguiendo así con las representaciones del afamado “programa doble” de estas óperas, compuestas respectivamente por Mascagni y Leoncavallo y que abordan historias de celos y traición que desembocan en tragedia.

Nuevamente el marco escénico lo dio el irregular y por momentos decepcionante montaje del italiano Fabio Sparvoli con escenografía del también italiano Giorgio Ricchelli y vestuario del chileno Germán Droghetti, presentado originalmente en las funciones de la temporada 2010 que el Municipal ofreció en el Teatro Escuela de Carabineros mientras duraban los trabajos de reparación tras el terremoto de ese año (incorporándose en este regreso Ramón López en la iluminación). Como ya comentamos acá hace unos días a partir del estreno con el elenco internacional, y tal como ya había pasado cinco años atrás, en el balance general de las representaciones otra vez funciona mucho mejor a nivel teatral y escénico “Pagliacci” que “Cavalleria”, aunque en este reparto el nivel de los cantantes fue mucho más parejo y satisfactorio entre ambos títulos, lo que incidió en una “Cavalleria” más efectiva e incluso emotiva. Y los espectadores lo hicieron notar, aplaudiendo con entusiasmo y unas cuantas ovaciones al final de las dos obras.

Un buen aporte en lo musical fue la batuta del maestro chileno José Luis Domínguez, director residente de la Filarmónica de Santiago, quien condujo a la agrupación con acertadas cuotas de pasión e intensidad dramática, en especial en arrebatadoras versiones de los conmovedores “Intermezzos” de ambas óperas. Por momentos parecía que el volumen orquestal era demasiado arrollador, pero Domínguez logró mantener los equilibrios, sin descuidar a los cantantes ni tampoco las sutilezas y múltiples detalles de las partituras. Y nuevamente el Coro del Teatro, dirigido por el uruguayo Jorge Klastornik, brilló en ambas óperas, especialmente en “Pagliacci”.

Pero sin duda que fueron los solistas quienes despertaron un mayor y más sostenido entusiasmo en el público. De partida, así como en el elenco internacional el barítono Roman Burdenko interpreta roles en ambas óperas en la misma velada, en este reparto asumen este desafío el tenor chileno José Azócar y el barítono argentino Fabián Veloz, los mismos que ya se lucieron el año pasado compartiendo escena con sus interpretaciones en el elenco estelar de la ópera “Otello”, de Verdi.

Azócar se atreve a cantar en una misma noche el Turiddu de “Cavalleria” y el Canio de “Pagliacci” (rol que ya ha cantado en las temporadas 2003 y 2010 del Municipal), y Veloz el Alfio de la primera y el Tonio de la segunda. Con su habitual lucimiento vocal, el tenor chileno cumplió muy bien, en particular como un Turiddu de impulsivo canto: si bien su “Viva il vino spumeggiante” fue más justo y discreto de lo esperado, destacó en la “Siciliana”, en el dúo con Santuzza y muy especialmente en su despedida de su madre, de entrega mucho más conmovedora que su decepcionante colega en el elenco internacional; en “Pagliacci” quizás cierto cansancio luego de cantar la ópera anterior hizo que estuviera menos brillante, pero de todos modos su oficio en el rol y el siempre contundente material vocal le permitieron conformar una convincente actuación.

Pero quien en verdad estuvo formidable fue Veloz, quien tal vez ofreció los desempeños más completos de la función: si el año pasado ya había llamado la atención con su Iago en “Otello”, ahora confirmó sus sólidos recursos vocales y actorales con su interpretación en ambas óperas, en especial en su memorable y despechado payaso Tonio, con un “Prólogo” que le permitió lucir cómodamente su atractivo y sonoro timbre de barítono y sus espléndidas notas agudas. Un notable cantante trasandino al que ojalá tengamos pronto de vuelta por estos lados.

Y las protagonistas femeninas también tenían mucho que ofrecer. Santuzza en “Cavalleria” fue la mezzosoprano brasileña Ana Lúcia Benedetti, quien debutó en el Municipal y al parecer a la vez interpretaba por primera vez el personaje; creíble en escena, cuenta con una voz de impresionante caudal sonoro, que reluce especialmente en las notas altas, y aunque aún debe manejarla mejor cuidando y perfeccionando algunos detalles, así como trabajar más la zona media, de todos modos es una cantante prometedora que ofreció una muy buena caracterización de su atormentado rol. Y en “Pagliacci”, Nedda fue la soprano española Carmen Solís, quien también cantaba por primera vez la parte y volvía al Municipal pocos meses después de debutar en ese escenario causando una excelente impresión y recibiendo merecidos aplausos con su lograda Madama Butterfly en el elenco estelar; en esta segunda incursión en el teatro, reafirmó que es una cantante expresiva y sensible, de atractiva voz muy bien administrada, así como una actriz instintiva.

Los restantes cantantes, todos chilenos, también estuvieron en un excelente nivel vocal y escénico en ambas óperas. En “Cavalleria” la soprano Nancy Gómez fue una correcta Lola a la que tal vez le faltó un poco más de calidez o sensualidad, y la contralto Francisca Muñoz convenció como Mamma Lucia. En “Pagliacci”, como en 2010, el barítono Patricio Sabaté fue un muy logrado Silvio; y por su parte, el tenor Sergio Jarlaz sigue avanzando en su carrera, encarnando ahora a un Beppe vivaz, seguro y de agradable timbre, mientras el bajo-barítono Jorge Cumsille y el tenor Gustavo Morales volvieron a interpretar a los dos campesinos que cantan en un breve momento del primer acto.

Las siguientes dos funciones del elenco estelar de “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” serán este viernes 06 y domingo 08, mientras el elenco internacional tendrá su última función este sábado 07.

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En su estreno la noche del martes, el segundo reparto del popular programa doble operístico ofreció resultados más parejos en lo musical, en especial por el buen desempeño de sus cantantes principales.

Por Joel Poblete

Luego de dar a conocer a su elenco internacional, el Teatro Municipal de Santiago continuó con las funciones de “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” que cierran su temporada lírica 2015, presentando ahora al segundo reparto, el llamado elenco estelar, que tuvo su debut la noche de este martes, prosiguiendo así con las representaciones del afamado “programa doble” de estas óperas, compuestas respectivamente por Mascagni y Leoncavallo y que abordan historias de celos y traición que desembocan en tragedia.

Nuevamente el marco escénico lo dio el irregular y por momentos decepcionante montaje del italiano Fabio Sparvoli con escenografía del también italiano Giorgio Ricchelli y vestuario del chileno Germán Droghetti, presentado originalmente en las funciones de la temporada 2010 que el Municipal ofreció en el Teatro Escuela de Carabineros mientras duraban los trabajos de reparación tras el terremoto de ese año (incorporándose en este regreso Ramón López en la iluminación). Como ya comentamos acá hace unos días a partir del estreno con el elenco internacional, y tal como ya había pasado cinco años atrás, en el balance general de las representaciones otra vez funciona mucho mejor a nivel teatral y escénico “Pagliacci” que “Cavalleria”, aunque en este reparto el nivel de los cantantes fue mucho más parejo y satisfactorio entre ambos títulos, lo que incidió en una “Cavalleria” más efectiva e incluso emotiva. Y los espectadores lo hicieron notar, aplaudiendo con entusiasmo y unas cuantas ovaciones al final de las dos obras.

Un buen aporte en lo musical fue la batuta del maestro chileno José Luis Domínguez, director residente de la Filarmónica de Santiago, quien condujo a la agrupación con acertadas cuotas de pasión e intensidad dramática, en especial en arrebatadoras versiones de los conmovedores “Intermezzos” de ambas óperas. Por momentos parecía que el volumen orquestal era demasiado arrollador, pero Domínguez logró mantener los equilibrios, sin descuidar a los cantantes ni tampoco las sutilezas y múltiples detalles de las partituras. Y nuevamente el Coro del Teatro, dirigido por el uruguayo Jorge Klastornik, brilló en ambas óperas, especialmente en “Pagliacci”.

Pero sin duda que fueron los solistas quienes despertaron un mayor y más sostenido entusiasmo en el público. De partida, así como en el elenco internacional el barítono Roman Burdenko interpreta roles en ambas óperas en la misma velada, en este reparto asumen este desafío el tenor chileno José Azócar y el barítono argentino Fabián Veloz, los mismos que ya se lucieron el año pasado compartiendo escena con sus interpretaciones en el elenco estelar de la ópera “Otello”, de Verdi.

Azócar se atreve a cantar en una misma noche el Turiddu de “Cavalleria” y el Canio de “Pagliacci” (rol que ya ha cantado en las temporadas 2003 y 2010 del Municipal), y Veloz el Alfio de la primera y el Tonio de la segunda. Con su habitual lucimiento vocal, el tenor chileno cumplió muy bien, en particular como un Turiddu de impulsivo canto: si bien su “Viva il vino spumeggiante” fue más justo y discreto de lo esperado, destacó en la “Siciliana”, en el dúo con Santuzza y muy especialmente en su despedida de su madre, de entrega mucho más conmovedora que su decepcionante colega en el elenco internacional; en “Pagliacci” quizás cierto cansancio luego de cantar la ópera anterior hizo que estuviera menos brillante, pero de todos modos su oficio en el rol y el siempre contundente material vocal le permitieron conformar una convincente actuación.

Pero quien en verdad estuvo formidable fue Veloz, quien tal vez ofreció los desempeños más completos de la función: si el año pasado ya había llamado la atención con su Iago en “Otello”, ahora confirmó sus sólidos recursos vocales y actorales con su interpretación en ambas óperas, en especial en su memorable y despechado payaso Tonio, con un “Prólogo” que le permitió lucir cómodamente su atractivo y sonoro timbre de barítono y sus espléndidas notas agudas. Un notable cantante trasandino al que ojalá tengamos pronto de vuelta por estos lados.

Y las protagonistas femeninas también tenían mucho que ofrecer. Santuzza en “Cavalleria” fue la mezzosoprano brasileña Ana Lúcia Benedetti, quien debutó en el Municipal y al parecer a la vez interpretaba por primera vez el personaje; creíble en escena, cuenta con una voz de impresionante caudal sonoro, que reluce especialmente en las notas altas, y aunque aún debe manejarla mejor cuidando y perfeccionando algunos detalles, así como trabajar más la zona media, de todos modos es una cantante prometedora que ofreció una muy buena caracterización de su atormentado rol. Y en “Pagliacci”, Nedda fue la soprano española Carmen Solís, quien también cantaba por primera vez la parte y volvía al Municipal pocos meses después de debutar en ese escenario causando una excelente impresión y recibiendo merecidos aplausos con su lograda Madama Butterfly en el elenco estelar; en esta segunda incursión en el teatro, reafirmó que es una cantante expresiva y sensible, de atractiva voz muy bien administrada, así como una actriz instintiva.

Los restantes cantantes, todos chilenos, también estuvieron en un excelente nivel vocal y escénico en ambas óperas. En “Cavalleria” la soprano Nancy Gómez fue una correcta Lola a la que tal vez le faltó un poco más de calidez o sensualidad, y la contralto Francisca Muñoz convenció como Mamma Lucia. En “Pagliacci”, como en 2010, el barítono Patricio Sabaté fue un muy logrado Silvio; y por su parte, el tenor Sergio Jarlaz sigue avanzando en su carrera, encarnando ahora a un Beppe vivaz, seguro y de agradable timbre, mientras el bajo-barítono Jorge Cumsille y el tenor Gustavo Morales volvieron a interpretar a los dos campesinos que cantan en un breve momento del primer acto.

Las siguientes dos funciones del elenco estelar de “Cavalleria rusticana” y “Pagliacci” serán este viernes 06 y domingo 08, mientras el elenco internacional tendrá su última función este sábado 07.