Los rebeldes sirios infligieron un revés al ejército al apoderarse el jueves de la única localidad que controlaba en la carretera entre Alepo y Hama, pese al apoyo de la aviación rusa y de combatientes iraníes y del Hezbolá.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), yihadistas y rebeldes sirios se apoderaron el jueves de Morek, la única localidad en manos de las fuerzas gubernamentales en la autopista entre Alepo y Hama.

Los yihadistas de “Jund al Aqsa y grupos opositores se apoderaron de Morek tras una violenta ofensiva”, indicó el OSDH. Jund al Aqsa confirmó en Twitter que había conquistado la localidad.

Esta derrota de las fuerzas gubernamentales se produce al día siguiente de que reconquistaran una carretera entre Homs y Alepo que estuvo dos semanas bajo control parcial del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, los combates continúan en el sur y el este de la ciudad y “decenas” de soldados de régimen murieron o resultaron heridos.

Jund al Aqsa clamó victoria en su cuenta de Twitter pero una fuente de seguridad siria lo matizó. “Hay combates en los alrededores de Morek y hay infiltraciones pero los combates siguen y nos estamos ocupando de ello”, declaró a la AFP.

Morek cambió varias veces de manos en cuatro años de guerra pero las fuerzas gubernamentales la reconquistaron en octubre de 2014.

El 7 de octubre, las fuerzas sirias, con la ayuda de la milicia chiita libanesa del Hezbolá y de combatientes iraníes y afganos, lanzaron una ofensiva con cobertura aérea rusa para arrebatar esa autopista a la rebelión.

Atentado en Líbano

Por otra parte, en Arsal, una localidad del este de Líbano fronteriza con Siria, al menos cinco personas murieron y otras seis resultaron heridas, también este jueves, en un atentado suicida contra la sede del Consejo de los Ulemas (sunitas) informó una fuente de seguridad.

“Un suicida entró en la sala cuando se celebraba una reunión del Comité de los Ulemas, que reagrupa a jeques (dignatarios religiosos) sirios, matando a cinco participantes e hiriendo a otros seis”, afirmó la fuente.

Este comité de ulemas sirios se ocupa de temas religiosos y de ayuda a los refugiados que se encuentran en la ciudad. El adjunto del Comité, Omar al Halabi, figura entre los muertos.

La mayoría de los habitantes de la localidad de Arsal y de su región son sunitas partidarios de la rebelión siria contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad. Los demás son casi todos de confesión chiita, un vivero para el Hezbolá libanés que lucha junto a las fuerzas del régimen sirio.

Arsal acoge a decenas de miles de refugiados sirios y en la zona montañosa de la frontera hay bases de la rebelión siria.

El año pasado, los yihadistas se apoderaron brevemente de la ciudad lanzando un ataque desde el lado sirio de la zona y secuestraron a decenas de miembros de las fuerzas de seguridad libanesas.

Desde entonces, cuatro fueron ejecutados y 25 policías y soldados siguen en poder de los yihadistas del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaida, y del grupo Estado Islámico (EI).

En este contexto, Rusia anunció el despliegue en Siria de sistemas de misiles antiaéreos para proteger a sus tropas, al tiempo que Francia anunciaba el despliegue de su único portaviones, el “Charles de Gaulle”, para participar en la lucha contra el grupo EI.

Por último, la ONG Amnistía Internacional acusó este jueves al gobierno sirio de beneficiarse de las decenas de miles de desapariciones forzadas en este país en guerra, que constituyen un crimen contra la humanidad.

Según esta organización de defensa de derechos humanos, con sede en Londres, “el Estado se aprovecha a través de un insidioso mercado negro de las numerosas y sistemáticas desapariciones forzadas”.