Manifestar de manera explícita lo que se desea, permitirá ser considerado para nuevos cargos, aumentos de ingresos y mejoras en la eficiencia del trabajo.

Uno de los problemas más comunes en las relaciones con los jefes es cómo pedir aumento de sueldo o cambio de cargo.

Ahí se enfrenta la capacidad de ser convincente y el miedo a una respuesta negativa que puede afectar la autoestima.

Para la psicóloga laboral de la empresa de recursos humanos GrupoExpro, Paulina Larraín, la clave en estas situaciones es una comunicación donde el empleado sepa expresar de manera explícita lo que quiere, con las palabras precisas y de forma asertiva.

“Normalmente falla la comunicación con el jefe porque las personas no están acostumbradas a usar las palabras adecuadas para manifestar lo que les está pasando”, explica Larraín.

Por eso, la experta entregó algunos consejos para enfrentar las situaciones que normalmente resultan estresantes en la relación con el jefe:

1. Aumento de sueldo

Con seis meses en un trabajo, no es recomendable solicitarlo, pues primero el empleado debe darse cuenta si su trabajo da buenos resultados, es necesario y aporta a la empresa, lo que sucede probablemente al cabo de uno o dos años.

Cuando ocurre eso, puede ir donde el jefe y directamente decirle que merece un aumento de sueldo, entregando argumentos que lo justifiquen. “Las jefaturas funcionan con pruebas, por lo que hay que informar cómo se contribuyó a incrementar la producción, el compromiso con el trabajo, la puntualidad, el no tener conflictos con el equipo”, explica.

Si la respuesta del jefe es negativa, es importante que el empleado pregunte las razones. “Puede ser por falta de recursos o porque el jefe piensa que no merece el aumento. Conocer los motivos permitirán al empleado mejorar su trabajo, alinearse con la empresa y tal vez conseguir el incremento de sueldo a futuro”, dice la psicóloga.

2. Nuevo cargo

Cuando el empleado busca asumir más responsabilidades, debe plantear explícitamente al jefe el deseo que evalúe ascenderlo a un nuevo cargo acorde al crecimiento profesional logrado. Pero no basta con el deseo. Es fundamental que argumente, por ejemplo, con el nivel de conocimiento de la empresa, sus nuevos estudios y habilidades, y el deseo de tener nuevas tareas.

Si el cargo está ocupado y no logra el ascenso de manera inmediata, el jefe conocerá las intenciones y posiblemente lo considerará cuando surja un cupo.

3. Urgencias

Es frecuente que el jefe solicite varias tareas a la vez. En lugar de colapsar, estresarse y cumplir de manera deficiente, hay que comunicarse y preguntar cuáles son prioritarias y su plazo.

Al jefe le parecerá bien que se consulte su opinión.

4. Situaciones absurdas

A veces en las empresas y organizaciones surgen tareas, prioridades y sistemas de trabajo incomprensibles y que parecen poco razonables para el empleado.

Para evitar la crítica soterrada que enrabia, hay que preguntar directamente al jefe las razones de estas medidas. La jefatura aportará una visión global que posiblemente permitirá entender el trasfondo de estas decisiones.

5. Mejoras en la organización

Si quieres dar consejos para mejorar el trabajo, es fundamental que identifiques el problema y vayas con la propuesta de solución donde el jefe, ideal con apoyo en cifras.

Las jefaturas buscan el mayor rendimiento, por lo que recibirán bien las ideas. Por ejemplo, puede sugerir un ingreso escalonado para almorzar al casino, y así evitar la pérdida de tiempo y productividad en esperas.