Las largas jornadas de trabajo a las que se ven enfrentadas a diario muchos chilenos, han provocado que un alto porcentaje de personas pase más tiempo en las empresas donde se desempeñan, que en sus respectivos hogares.
Razón por la que llevar una buena relación laboral y tener la valentía para decir que NO en ciertas situaciones, es vital si deseamos alcanzar el éxito empresarial y con ello buenos resultados en la compañía.
Plano en que seguramente más de una vez te han solicitado algo con lo que no estás de acuerdo, pero por temor o inseguridad no sabes cómo decirle que NO a tu jefe.
Según el estudio denominado Jefes irritantes y empleados tóxicos, elaborado por la consultora española Otto Walte y publicado por el portal de noticias mexicano de estilo de vida Salud 180, indica que los trabajadores piden que sus jefes digan claramente qué es lo que desean, prediquen el ejemplo y los apoyen para hacer bien su trabajo en la compañía.
Por su parte, quienes llevan el mando de las empresas desean que los empleados sean claros en las tareas asignadas, reconozcan sus errores y cumplan con sus compromisos establecidos.
En el momento que estos aspectos no se cumplen correctamente por las partes involucradas, resulta todo un desafío mantener la comunicación y también el cumplimiento de metas. Acá por lo general son los superiores quienes tienen la última palabra, pero también los trabajadores cuentan con el poder de proponer nuevas alternativas para salir del conflicto.
Para enfrentar de una manera correcta esta situación, el estudio realizado por la consultora española elaboró un listado de argumentos válidos que puedes usar cuando no sepas cómo decirle que NO a tu jefe, y de esa forma salgas airoso de tal situación:
1 – No seas impulsivo y medita muy bien lo que dirás
Si tu jefe directo te acaba de dar una tarea y en ese momento no andas muy bien de genio, es mejor que respires detenidamente y guardes la calma antes de decir una barbaridad que pueda arruinar tu relación con él o ella.
Debes considerar que la petición sea solo un trámite más y no te hagas mayor problema antes de abordarla. Frente a ello, la mejor opción es analizar en qué consiste y el tiempo que te llevará realizarla, de esa forma tendrás el tiempo necesario para llevarla a cabo con calma. Por lo que, nunca te adelantes a los hechos, ya que tal comportamiento podría ser perjudicial para tu profesionalismo.
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2 – Aprovecha el momento adecuado para hablar con tu superior
Si piensas que se te asignó una labor que no corresponde a la actividad por la que te contrataron en la empresa, habla con tu jefe durante el horario de trabajo y expón tu situación.
En tal instancia la idea es no dar problemas y decir de forma rotunda que no lo harás. Lo más apropiado es que de forma honesta reconozcas que no estás capacitado para llevar a cabo la petición, pero que si estás dispuesto a observar como otra persona la realiza y en un futuro cercano tomar ese tipo de labores con todo gusto.
3 – Piensa las alternativas presentes
A todos de repente nos solicitan tareas o nos piden presentar proyectos para los cuales no estamos capacitados. Si estás consciente que no posees las habilidades propias que requiere dicho trabajo, no des una opinión con argumentos negativos, sino que lo ideal en estos casos es proponer nuevas estrategias que puedan facilitar tu trabajo y el desempeño de los demás en la compañía.
4 – Si decides decir que no, entrega siempre argumentos válidos
Si sientes que la tarea que te dieron es imposible que la logres realizar, ya sea por el tiempo asignado o por tu inexperiencia, antes de decirle que NO a tu jefe es necesario que estudies tu postura. Acá el secreto para evitar una posible confrontación con tu superior radica principalmente en que te manejes siempre de manera positiva y evadas los aspectos negativos.
Ser claro, respetuoso y evitar posibles conflictos a gran escala son los factores claves al momento de decir que no a tu jefatura ante una petición para la cual no tengas otras alternativas. Pero recuerda algo muy importante, no se trata de llevar la contraria, porque después de todo te han contratado para realizar funciones que cubre tu perfil profesional, el cual tiene directa relación con la mayor parte de trabajo que se realiza en la empresa.
