Definitivamente Jose Mourinho es un personaje especial y ayer sábado dio una nueva muestra, luego de la derrota 1-3 de su equipo Chelsea ante Liverpool, en duelo por la Premier League inglesa.

En la entrevista posterior al partido con la señal que lo transmitió por televisión, Mourinho se negó a profundizar las preguntas del reportero, limitándose a responder ‘no tengo nada que decir’. No importó que fueran sobre el duelo ante los ‘reds’, su futuro, las actuaciones individuales o cómo arreglar el mal momento de su equipo: las respuestas fueron siempre las mismas.

Lo único que rompió la particular ‘tendencia’ de las respuestas de ‘Mou’ fue la petición de un mensaje a los hinchas de su equipo, ante lo que solo señaló que “los fanáticos no son estúpidos”.

Para cerrar, el portugués agradeció al periodista y se retiró con una sonrisa irónica, poniendo fin a lo que en algunos diarios ingleses fue definido como ‘la peor entrevista de la historia’.