La noche de este sábado se realizará una celebración particular que ya se tomó parte del colectivo nacional, Halloween, donde los niños buscan dulces y se disfrazan de algún personaje “tétrico”, al igual que en el caso de adolescentes y adultos quienes a través de un atuendo especial para la fecha, festejan esta ocasión.

En conversación con Podría ser peor, Hugo Zepeda, abogado y teólogo, indicó que en torno a Halloween, existen mitos y verdades, especialmente en el nacimiento de esta celebración al ser efecto de la cultura celta, en Irlanda a.C., ya que solicitaban que las cosechas fueran efectivas y fructíferas.

Explicó que en esa noche, que se constituyó prácticamente como el año nuevo celta, se celebraba una fiesta especial porque se creía que los antiguos espíritus de los ancestros de los agricultores, recorrían las casas de sus descendientes, quienes los recibían con velas, luces, calabazas y una serie de cantos, pero que también llegaban los malos espíritus.

“Aquí nace la leyenda, así como también una serie de personajes y fiestas, lo que pasó de los romanos y así sucesivamente a su plenitud en el siglo XVI”, agregó.

Acotó que, por esta razón, el cristianismo en el siglo VIII con dos papas, instituyeron el 1 de noviembre la fiesta de todos los santos y el 2 de noviembre, la fiesta de todos los difuntos. Por lo tanto, Halloween sería la víspera de todos los santos.

Manifestó que esta fiesta se comercializó a través de la industria norteamericana, donde se capitalizó y se paganizó totalmente. A pesar que no es contrario a la celebración, Zepeda agregó que no se opone, pero que no concuerda en que el objetivo sea resaltar lo grotesco y tenebroso.

Además, indicó que en la década de los 70 y 80 la celebración llegó a Chile, primero a algunos grupos de élite para pedir, donde los niños solicitaban dulces y travesuras. Con el tiempo, usando más la penetración del consumo en una realidad que no es chilena, sino que proveniente de Estados Unidos, comenzaron otros tipos de disfraces que se degradaron totalmente

“El diablo siempre vive en el submundo de la oscuridad y allí siempre predomina lo feo, por eso ahora se hace culto a lo degradante y horroroso”, explicó.

Escucha la entrevista realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser peor: