Fue a fines del 2012 cuando las 23 empresas que trabajaron para CyS, que construyó el Mall del Centro, denunciaron que los montos que se indicaban en su respectivo contrato estaban impagos. En marzo del 2013 se pactó un acuerdo en presencia del arzobispo de Concepción, consistente en el pago de la mitad de la deuda y el resto luego de un arbitraje entre el mall y el consorcio que lo edificó.

La administración del centro comercial siempre indicó que no tuvo relación contractual con los movilizados y que en consecuencia, no tenía deuda alguna con ellos.

Sin embargo, de acuerdo a la información que manejan estos contratistas, el arbitraje habría favoreciendo a CyS, ordenando al mall el pago del 50 por ciento de los montos reclamados.

Nolasco Aravena, vocero de los contratistas, se mostró optimista y apeló a que ahora CyS deberá concretar lo pactado y pagar, ya no de su bolsillo, porque en todo este tiempo ha dado muestra recurrente de incumplimiento.

La situación de los contratistas producto lo ocurrido es dramática en algunos casos. Ada Henríquez estaba encargada de las colaciones a los trabajadores y se le quedó debiendo 40 millones de pesos. Había apostado todas sus fichas en este proyecto y se endeudó con BancoEstado para financiar lo que necesitaba. Ya perdió su casa y su negocio y ahora la amenazan embargarle sus cosas.

Así, desesperada y de brazos cruzados sin poder trabajar, Ada espera confiada en que se concrete el pago que le permita salir a flote.

Este viernes se reunieron con el arzobispo Fernando Chomalí para requerir su respaldo en los pasos que vienen y lograr el pago, que es lo que demandan desde que hace más de dos años tres trabajadores subieron a una grúa y permanecieron en ella por casi un mes.