Esta semana muchos quedaron preocupados, luego de que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC por su sigla en inglés), parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicara un boletín de advertencia sobre el consumo de carnes rojas y procesadas.

El informe actualizó una serie de alimentos que, a la luz de los últimos antecedentes científicos, pueden causar cáncer en los humanos. Fueron 22 expertos de diez países, quienes convocados por el Programa de Monografías de la IARC, clasificaron el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A).

Lo anterior se estableció “basado en evidencia limitada de que el consumo de carne roja causa cáncer en los humanos y fuerte evidencia mecanicista apoyando un efecto carcinógeno”. En la publicación, se estableció que en la asociación se observó principalmente la afectación de cáncer colorrectal, “pero también se han visto asociaciones con el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata”.

Eso sí, explicaron que el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por consumir carne procesada o roja es pequeño, pero que este riesgo puede aumentar si el consumo es abundante y reiterado.

En este contexto debes saber que un estudio anterior publicado en la revista académica Journal of Agricultural and Food Chemistry, concluyó que marinar la carne con cerveza antes de asarla reduciría el riesgo del cáncer.

La investigación realizada por un grupo de científicos de la Universidad de Oporto en Portugal, arrojó que agregar esta bebida alcohólica a un filete antes de ponerlo en la parrilla puede ser beneficioso.

Como es de conocimiento médico, este tipo de cocción expone a la carne a temperaturas altísimas, lo que genera la creación de “hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)”, un grupo de moléculas que incluso se encuentran en el petróleo o el alquitrán, alterando nuestro ADN y, por ende, exponiéndonos al cáncer.

Pero según las conclusiones de los científicos portugueses, marinar la carne con cerveza detiene el crecimiento de dichos hidrocarburos. Esto se explica por la presencia de radicales libres que bloquean la acción cancerígena de la carne expuesta al fuego.

Para obtener tales resultados, los expertos habrían utilizado tres tipos de cerveza: sin alcohol, con alcohol de fermentación baja y negra con alcohol. De este modo, se compararon muestras de carnes sin marinar y otras marinadas con esta típica bebida en base a cebada.

La más efectiva resultó ser la cerveza negra, que redujo las moléculas peligrosas en un 53%. La cerveza sin alcohol, en tanto, sólo alcanzó un 23% de destrucción de hidrocarburos.

Finalmente, la que poseía alcohol y fermentación baja, ayudó en la disminución de un 13% de los agentes tóxicos.

Cabe destacar, que aunque apliques esta técnica en tus asados es importante que moderes tu consumo de carne roja y más aún el de la procesada.