Como todos los años, la Corporación Nacional del Cáncer (CONAC) se hace parte del mes mundial del cáncer de mama, a través de una campaña orientada a generar conciencia sobre la importancia de realizarse un chequeo anual para poder detectar a tiempo esta enfermedad.

El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. El 80% de quienes padecen esta patología no tienen casos similares en su familia.

Si bien el cáncer de mama no se puede prevenir, sí se puede pesquisar en una etapa inicial, cuando este aún es tratable y tiene muy buenas probabilidades de curación. Al respecto, la Directora del Departamento de Educación de esta entidad sin fines de lucro, Teresa Bravo, señala que la clave para la detección precoz de esta patología es el autocuidado. “La mujer tiene la responsabilidad de conocer su cuerpo y, sobre todo, de realizarse un mamografía periódicamente”, enfatiza.

Hasta hace algunos años, las campañas preventivas del cáncer de mama estaban enfocadas en el auto examen de palpación mamaria. Sin embargo, explica Bravo, la única manera de detectar la enfermedad a tiempo es mediante una mamografía de buena calidad. “El problema del autoexamen es que se advierten los síntomas cuando la enfermedad ya está muy avanzada, en cambio la mamografía permite identificar la lesión cuando ésta es menor de 1 cm y es factible salvar la mama de la mujer”, agrega.

La mamografía de alta calidad consiste en una combinación de buenos tecnólogos profesionales, equipos de alta tecnología y un médico radiólogo especializado en mamografía, con la habilidad para diagnosticar la lesión en su etapa inicial. La importancia de elegir bien el lugar donde realizarse el examen radica en que en Chile no existe una normativa ministerial que controle la calidad de los centros de imageneología mamaria, por lo que cada cual establece estándar de calidad según sus propios parámetros.

Las mujeres deben realizarse una mamografía anual a partir de los 40 años y a partir de los 35 si se tienen antecedentes familiares. Por otro lado, existe un grupo de personas, que tienen mayores probabilidades de desarrollar esta enfermedad, por lo que deben ser todavía más rigurosos en los chequeos periódicos. Se trata de las mujeres y hombres que tengan alguno de los siguientes antecedentes: 1 familiar que haya tenido cáncer de mama antes de los 35 años; algún padre con cáncer de mama; 2 familiares con cáncer de mama.

Cabe señalar que la mamografía no es un examen demasiado costoso y está cubierto por los sistemas de isapre y Fonasa. En los centros médicos de la Corporación Nacional del Cáncer se reciben bonos desde el nivel 2 de Fonasa. Además, entre los 50 y 59 años, las mujeres pueden realizarse hasta tres mamografías gratuitas bajo el programa AUGE/GES.