Un bombardeo de aviones rusos dejó 13 muertos en un hospital de campaña en el noroeste de Siria, indicó el miércoles una ONG.

“Trece personas murieron en ataques aéreos rusos el martes en una clínica de campaña” en la ciudad de Sarmin, en la provincia de Idleb, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

Una persona que forma parte del personal de la clínica confirmó que los bombardeos habían “dañado seriamente” las instalaciones, pero no confirmó que se tratara de bombardeos rusos.

“Según las primeras informaciones provenientes del terreno, perdimos a dos miembros del personal, un fisioterapeuta y una enfermera”, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico esta persona, que solicitó permanecer en el anonimato.

Rusia afirma que con sus bombardeos busca debilitar tanto a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) como a otros grupos “terroristas”, pero el Pentágono sostiene que la verdadera intención de Moscú es apoyar a los rebeldes que combaten a las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Asad.

En tres semanas, “370 personas murieron en centenas de ataques rusos, entre ellos 243 combatientes, de los cuales 52 del grupo Estado Islámico, y 127 civiles”, afirmó a la AFP el OSDH.

Estados Unidos encabeza una coalición de unos 60 países que realiza ataques aéreos contra la organización yihadista EI en territorio sirio desde septiembre de 2014, pocas semanas después de haber iniciado acciones similares en Irak.