Los resultados de la condición física de los escolares de nuestro país, pertenecientes a los grupos de 8° básico, alarman. Si bien el llamado SIMCE de Educación Física recién dado a conocer indica que la mayoría de los estudiantes tiene un nivel aceptable de resistencia aeróbica y de rendimiento cardiovascular y muscular, un 41% presenta sobrepeso u obesidad, lo que es un llamado urgente al cambio de hábitos.

La docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers, señala que las colaciones son un factor clave, porque el ayuno superior a 4 horas tiene efectos nefastos sobre la salud y el comportamiento.

“La ingesta alimentaria debiera tener un fraccionamiento que permita consumir porciones similares de calorías y nutrientes recomendados a lo largo del día, a fin de mantener la glicemia en niveles aceptables y regular y, junto con esto, la percepción de energía y el ánimo, además de mantener la actividad metabólica para promover un adecuado balance entre ingesta energética y gasto, lo que permitirá controlar el peso corporal y mantener un adecuado crecimiento en los niños”, explica.

Por otro lado, la experta indica que es importante que la colación sea consumida en un horario de alimentación que permita ejercer un adecuado control glicémico, ofreciendo con ello una distribución de las calorías en el día, en lugar de realizar una ingesta calórica adicional. “Se tiene que considerar que la forma más fácil de seleccionar una adecuada colación es eligiendo alimentos reconocidamente bajos en calorías como frutas y verduras, o alimentos comunes como sándwich en pequeña cantidad”, plantea.

Asimismo, recomienda incluir en cada horario de alimentación la ingesta hídrica, preferentemente de agua pura o infusiones sin azúcar.

La nutricionista reconoce que no siempre es fácil incluir alimentos “sanos” frente a una competencia atractiva pero poco saludable. Por ello, menciona que una buena manera es planificar la colación en acuerdo con el niño. “Para que la colación infantil sea un éxito, debe planificarse con entusiasmo en conjunto con el niño. Así se evita generar frustración y rechazo por parte del escolar”, comenta Chalmers.

En este punto, la docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico sugiere poner atención a algunos mitos que pueden incidir en forma muy negativa en la salud y peso de los escolares, como son las barras de cereal y los productos lácteos.

“Si bien una barrita de cereal o una bolsita individual de cereales genera un rápido impacto sobre la saciedad, esto se debe principalmente a que en su mayoría contienen una gran cantidad de azúcar o, en defecto, tienen de igual forma un fuerte sabor dulce, por lo que no son recomendables para su consumo habitual”, advierte.

De igual modo, indica que la ingesta de leche entera no es recomendable para la salud, ya que la calidad nutritiva de su grasa es inferior a la de origen vegetal y además contiene colesterol. “Recordemos que la acumulación de colesterol en las arterias es un proceso continuo y progresivo, que comienza en la infancia con la ingesta de grasas animales como la contenida en la leche, la que promueve el desarrollo de arteriosclerosis. Por tanto, mientras más grasa animal consumimos, más aceleramos el proceso de acumulación de colesterol en las arterias, el cual no es oxidable o eliminable con el desarrollo de actividad física”, puntualiza.

Ejemplos de colaciones exitosas para niños:

- Jugo de soja + 1 porción de frutos secos como nueces o almendras (12 unidades aprox).

- Agua purificada o infusión + ½ sándwich de molde con palta.

- 1 yogurt dietético + 1 fruta.

- Agua mineral + 1 galletón de avena y pasas (bajo en azúcar).