Si un susto nos meten los ‘adultos’ (aka padres, tíos, abuelos) es que cuando llegamos a los 20, el tiempo que nos demoraremos en llegar a los 30 será lo que tarda un pestañeo.

La etapa es efectivamente intensa y pareciera ser que corre muy rápido, sin embargo, el disfrute continúa, aunque eso no quita que somos más conscientes de que el tiempo pasa (a lo que éramos en la adolescencia).

A pesar de ello, muchas personas sienten que al acercarse a los 30, esa ‘alma veinteañera’ continúa en ellos ¿Por qué?

Fue al conversar con mi polola, a propósito de su fin de carrera de siete años, que le afirmaba que ya el próximo año le tocaría duro pues se valdría por ella misma al enfrentarse al mercado. En cierta forma quería asustarla y prepararla para lo que se venía, dando por sentado que ‘envejecía’.

Pero su respuesta fue la motivante de esta nota: “No me siento vieja. De hecho siento como si aún tuviera 20 y mis compañeros se sienten igual”. Y claro. Yo, con la misma edad que ella, me sentía igual. Estamos cerca de los 30 pero nos sentimos similar a la vez que entramos a la universidad.

Fue así como llegué hasta una frase muy repetida estos días: Los 30 son los nuevos 20. Y otra vez acudimos a la pregunta dicha anteriormente: ¿Por qué? ¿Cuál es la razón de la que hoy nos sintamos igual de jóvenes teniendo o acercándonos a los 30 años?

Cambios sociales

Unos cincuenta años atrás, lo común era que pasado los 18 (e incluso antes) la mujer se casaba, mientras el hombre se iba a trabajar para sostener a su propia familia que, muy seguramente, ya incluía a uno o dos niños. Esto hacía que la adultez se viviera con todo a los 20.

Pero hoy todo ello se ha retrasado, y ocurre más allá de los 30 años (con excepciones claro).

“Si comparas, Chile ha cambiado mucho y desde los 90, con la vuelta a la democracia, se permite al adulto joven ser más joven que adulto. Ya no se empieza a trabajar a los 20; las carreras se terminan como a los 26 años, te vas de la casa a los 30 y muchas veces el salir de la casa de los padres o independizarse y formar familia, es lo que antes se conocía como ‘madurar, ser adulto’”, me explica Eduardo Bravo, psicólogo de la Universidad de Tarapacá (UTA).

Las “etapas de desarrollo”, dice, se han ido modificando y mucho de eso tiene que ver también con una exigencia que la sociedad hace, que antes no era así.

“Yo tengo 29 y sigo pensando que tengo 20, porque la sociedad no me exige tampoco esa estructura ‘formal’ que antes era tan bien vista. Ahora se valora al ‘joven emprendedor’, ese que tiene entre 25 y 35 que sigue pareciendo de 20, pero es inteligente, tiene iniciativa y un futuro prometedor. No se viste de terno y corbata, pero es inteligente y no es necesariamente un ‘nerd’ porque además, tiene una vida social bien activa”, añade.

El joven académico de la UTA cuenta que el mundo empuja para que “puedas seguir teniendo esta vida de joven de 20 a 25, pero teniendo diez años más, es decir 30 a 35 años”.

Cecilia Robayo, socióloga de la Universidad de Chile, comenta que esta búsqueda ‘del joven’ ocurre por causa de que este grupo viene con “el chip tecnológico muy bien incorporado”. “(Al mercado) le es atractivo y útil su entusiasmo, su fuerza, empuje, disponibilidad a viajar o cambiar de residencia fácilmente”.

Además, en el caso del joven emprendedor, “se valora su preparación, su manejo en las nuevas tecnologías, la facilidad para adquirir nuevo conocimiento, su innovación e imaginación, lo que les llevará a desarrollar empresas que creen más fuentes de trabajo, lo que es apreciado por gobiernos y privados”.

Los jóvenes estudian y buscan más grados académicos para valerse | Agencia UNO

Los jóvenes estudian y buscan más grados académicos para valerse | Agencia UNO

La extensión se da también porque cada vez más se ofrecen cursos de postgrado, ya que los jóvenes afirma Robayo, “saben y resienten que les espera una fuerte competencia por el gran número de profesionales que existe actualmente (…). Hay mucha universidades que ofrecen la alternativa de seguir cursos, tomándolos desde los últimos años de pregrado, lo que alarga aún más la vida académica”.

La edad de oro del joven

En 2009, un estudio de MTV Latinoamérica ya adelantaba todo lo que decíamos. Para ello, entrevistaron a 28 mil personas en Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, China, Dinamarca, Estados Unidos, España, India, Italia, Japón, México, Holanda, Polonia, Reino Unido y Suecia.

La idea –decía MTV– era analizar “más de cerca y entender en profundidad a este segmento”, encontrándose que “el cambio más grande comparado con décadas anteriores es el nuevo concepto de juventud”.

Según se observó, la nueva edad de oro de un joven se vive entre los 25 y 34 años, confirmándose que “la juventud se ha prolongado” y que “ya no puede ser considerada sólo en términos demográficos”.

“Mira los pubs, bares, discos. Son para ese público –ejemplifica Bravo–. Las discos ya no son sólo para universitarios, porque esos universitarios tienen amigos de 30 también y se ven iguales, hablan el mismo lenguaje, frecuentan los mismos lugares; pero uno estudia y el otro trabaja”.

Millennials

El millenials se mueve por lo que le apasiona | Agencia UNO

El millenials se mueve por lo que le apasiona | Agencia UNO

Pero esto que vivimos no es único de una región o continente. Es algo que está ocurriendo de manera globalizada, razón por la cual ya se ha catalogado a este grupo (de la que seguramente eres parte) como los Millennials, aquellos nacidos entre las décadas de los 80s, 90s, y principios de la primera década del 2000, que son asiduos a las redes sociales, a la tecnología digital y a los medios de comunicación no convencionales.

Los Millennials, que vienen tras la Generación X, “están más enfocados en sacar el mayor provecho al presente, en vivir de lo que les apasiona y buscar la felicidad en todo lo que hacen. Tienen confianza en sí mismos, están conectados con el mundo y abiertos al cambio, ya que saben que evolucionar es la clave para sobrevivir”, detalla la revista LeanStart.

Según la misma fuente, este grupo los mueve la pasión, razón por la que constantemente pueden cambiar de trabajo ya que al perder un interés “se llevarán consigo todo el talento adquirido” para otro lado que los motive más y les genere mejores desafíos.

“Cada vez más, las grandes empresas descubren todo lo que pueden ahorrar fidelizando a sus empleados más jóvenes. A cambio, ellos les responderán con pasión por su trabajo”, destacan.

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos estima que un joven cambiará 15 veces de trabajo antes de cumplir 38, y para 2015, el millennials conformará el 75% de la fuerza laboral en el mundo.

La publicidad también apunta al millenials | Agencia UNO

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Una buena forma de entender todo esto lo tiene el siguiente video de Box1824, una agencia brasileña que analiza las nuevas tendencias de comportamiento y consumo de esta generación.

En éste podemos ver cómo pasamos de los Baby Boomers, a la Generación X, y luego Generación Y (más conocida com Millennials).

¿Cómo es el millennials chileno?

El año pasado, Telefónica hizo una encuesta global acerca de esta generación, teniendo una especial observación hacia el millennials chileno. Éste se caracterizó por ser emprendedor, tecnológico y optimista del futuro.

Las conclusiones en el siguiente gráfico.