Tres funcionarios de Carabineros que ya fueron dados de baja de la Subcomisaría de Cerrillos, fueron formalizados este martes por la Fiscalía Occidente como presuntos autores de los delitos de cohecho y además de cometer robo en lugar no habitado en calidad de cómplice junto a una banda criminal, ya que prestaban protección a cambio de dineros o coimas.

La investigación de los hechos fue realizada por el OS-9 de Carabineros que finalmente remitió la información a la Fiscalía Occidente que este martes imputó al sargento segundo Roberto Manríquez, cabo segundo Gonzalo Roa y al cabo segundo Marco Esteban Peredo, por omitir actos propios de su cargo para facilitar la comisión de ilícitos aceptando beneficios económicos ofrecidos.

Según la carpeta investigativa, una banda criminal encabezada por un cuarto imputado, Julio Alarcón, para asegurar impunidad, sobornaron a los policía en dos robos, ambos en grados de frustrados, el 14 de junio y el 24 de julio de este año.

En el primero, la Fiscalía determinó que hubo colaboración de los carabineros tras dejarlos huir del sitio del suceso. Mientras que en el segundo intento, se suplantaron las identidades para entorpecer el proceso judicial en el centro de justicia.

Además, existe la declaración de otro carabinero quien asegura que se le ofreció dinero por parte de otros funcionarios, pero que no accedió a la oferta, lo que aparece en la carpeta investigativa como testimonio.

El fiscal, Tufit Bufadel, explicó detalles del caso y las nuevas diligencias que se encargarán para determinar si ésta era una práctica que podría haberse repetido al interior de la institución.

El abogado defensor del imputado Roberto Manríquez, el jurista Carlos Palacios, alegó inocencia y también desconocimiento sobre estos hechos.

El único civil formalizado este martes fue Julio Alarcón, ya que la Fiscalía le atribuye un rol presunto de líder de la banda y quien ya cumplía con una condena privado de libertad, por lo que se tomó esta condición como medida cautelar en el centro de justicia.