Miles de uruguayos desafiaron el frío en Montevideo durante cierre del Día del Patrimonio

Raúl Sendic | Twitter
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El tradicional Día del Patrimonio cerró el domingo sus dos días de actividades en los que miles de uruguayos desafiaron las inclemencias del tiempo para visitar edificios públicos y privados destacados, museos y asistir a espectáculos y conciertos variados.

Uruguay celebró la edición 21 del Día del Patrimonio, dedicada a los cien años de la creación de la Facultad de Arquitectura de la Universidad estatal.

Las actividades de celebración consistieron en exhibiciones de arte, conciertos y otros espectáculos, recorridas guiadas por edificios públicos emblemáticos y barrios tradicionales, visitas turísticas, paseos en bicicleta y en trenes históricos, exposiciones sobre la obra de reputados arquitectos.

Los museos, edificios públicos y mercados abrieron sus puertas el sábado y domingo en los ocho municipios capitalinos para recorridos gratuitos y así se vio por las calles a miles de hombres, mujeres y niños circulando de un punto a otro que desafiaban las lloviznas intermitentes, el frío y los vientos del Río de la Plata.

La arquitectura local se caracteriza por su influencia europea, con estilos como el neoclásico, gótico, art decó, el moderno y casonas de la época colonial, a los que luego se sumaron elementos contemporáneos, creando un llamativo crisol urbanístico.

Numerosos y destacados edificios de corte europeo con importante valor testimonial fueron demolidos sobre todo durante la última dictadura militar (1973-85), para dar lugar a nuevas construcciones.

Entre los lugares más visitados este fin de semana figuró el monumental Palacio Salvo, en pleno centro de Montevideo, el edificio más icónico de la capital uruguaya, a escasas decenas de metros de la sede de la presidencia.

Levantado hace 87 años y declarado Monumento Histórico Nacional en 1996, el edificio, que cuenta con cientos de apartamentos habitados y oficinas, recibió numerosas visitas guiadas.

Otras construcciones emblemáticas abiertas al público fueron el Teatro Solís, una joya de la arquitectura neoclásica local, y el recientemente restaurado Cabildo, ambos emplazados en la Ciudad Vieja de Montevideo.

La Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación preveía que cerca del 10 por ciento de la población uruguaya, de un total de 3,4 millones, participaría en las actividades.

Fuera de Montevideo los atractivos principales este fin de semana fueron el centro histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento (suroeste, la única colonia portuguesa en América del Sur fuera de Brasil, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco) y la exuberante Fortaleza de Santa Teresa, en el este del país.

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El tradicional Día del Patrimonio cerró el domingo sus dos días de actividades en los que miles de uruguayos desafiaron las inclemencias del tiempo para visitar edificios públicos y privados destacados, museos y asistir a espectáculos y conciertos variados.

Uruguay celebró la edición 21 del Día del Patrimonio, dedicada a los cien años de la creación de la Facultad de Arquitectura de la Universidad estatal.

Las actividades de celebración consistieron en exhibiciones de arte, conciertos y otros espectáculos, recorridas guiadas por edificios públicos emblemáticos y barrios tradicionales, visitas turísticas, paseos en bicicleta y en trenes históricos, exposiciones sobre la obra de reputados arquitectos.

Los museos, edificios públicos y mercados abrieron sus puertas el sábado y domingo en los ocho municipios capitalinos para recorridos gratuitos y así se vio por las calles a miles de hombres, mujeres y niños circulando de un punto a otro que desafiaban las lloviznas intermitentes, el frío y los vientos del Río de la Plata.

La arquitectura local se caracteriza por su influencia europea, con estilos como el neoclásico, gótico, art decó, el moderno y casonas de la época colonial, a los que luego se sumaron elementos contemporáneos, creando un llamativo crisol urbanístico.

Numerosos y destacados edificios de corte europeo con importante valor testimonial fueron demolidos sobre todo durante la última dictadura militar (1973-85), para dar lugar a nuevas construcciones.

Entre los lugares más visitados este fin de semana figuró el monumental Palacio Salvo, en pleno centro de Montevideo, el edificio más icónico de la capital uruguaya, a escasas decenas de metros de la sede de la presidencia.

Levantado hace 87 años y declarado Monumento Histórico Nacional en 1996, el edificio, que cuenta con cientos de apartamentos habitados y oficinas, recibió numerosas visitas guiadas.

Otras construcciones emblemáticas abiertas al público fueron el Teatro Solís, una joya de la arquitectura neoclásica local, y el recientemente restaurado Cabildo, ambos emplazados en la Ciudad Vieja de Montevideo.

La Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación preveía que cerca del 10 por ciento de la población uruguaya, de un total de 3,4 millones, participaría en las actividades.

Fuera de Montevideo los atractivos principales este fin de semana fueron el centro histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento (suroeste, la única colonia portuguesa en América del Sur fuera de Brasil, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco) y la exuberante Fortaleza de Santa Teresa, en el este del país.