Estudiar un postgrado afuera financiado por una beca suena a utopía, sinónimo de trámite misterioso e intrincado. Pareciera que sólo unos pocos saben dónde acudir para informarse y a la hora de postular muchos soldados caen antes de comenzar la batalla. En BioBioChile te contamos los mejores tips para que tus posibilidades de éxito aumenten en esta cruzada por obtener uno de los cupos disponibles.

Cupos limitados y excelencia académica, dos variables que transforman la postulación a una beca para estudiar afuera en una lucha cuerpo a cuerpo donde sólo los guerreros mejor preparados salen victoriosos. Pero más vale maña que fuerza y en este caso una de las claves del éxito es informarse. ¿Y dónde está la fuente de la información hoy en día? Internet (elemental mi querido Watson).

La principal oferta es la de Becas Chile, que depende del Ministerio de Educación y es administrada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). En su “menú” ofrece financiamiento en el extranjero para postdoctorado, doctorado, magíster, subespecialidades médicas, pasantías doctorales, cotutelas de doctorado y magíster para profesionales de la educación.

La lista de destinos es bastante amplia e incluye países como Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Canadá y España. María Paz Gómez revisora de Becas Chile recomienda estudiar bien los programas, comparar y considerar las diferentes opciones: “Es útil contactarse previamente vía email con los profesores del departamento donde se quiere estudiar. Generalmente responden y están interesados en atraer estudiantes extranjeros”, explica.

Hay varias cosas que se deben evaluar a la hora de escoger, por ejemplo, cuáles son los costos de vivir en ese país, si se tiene familia (por lo general las becas incluyen un porcentaje por cónyuge e hijos) analizar las opciones educativas para los hijos, con qué visa se viaja (algunas permiten a la pareja del becado estudiar o trabajar y otras no), qué cubre la beca (arancel, mantención, asesoría en la postulación, matrícula), etcétera.

“Para todo eso es bueno contactar a personas que estén o hayan estado en dichos lugares y que puedan entregar consejos honestos sobre cómo es la vida ahí”, recomienda María Paz, quién además realizó un doctorado en Educación Especial con Becas Chile en la Universidad de Arizona.

Las redes sociales también son una fuente importante de información, por ejemplo Becas Chile cuenta con una gran comunidad en Facebook administrada por becarios que responden dudas de los postulantes.

Otras becas disponibles son: Beca BIO, Beca Fulbright, Becas OEA, Becas MAEC-AECID, Fundación Carolina, DAAD y Chevening. La Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) cuenta también con un índice de becas disponibles.

Tú Jane yo Tarzán

Tulane Public Relations | Flickr (CC)

Tulane Public Relations | Flickr (CC)

La mayoría de las becas exige un buen nivel de inglés. Por lo tanto, si consideras que tu dominio de ese idioma es más bien “tarzanezco” lo mejor es comenzar a pulir esa área o postular a países donde no sea requisito, como España.

Becas Chile y Fulbright, por ejemplo, exigen certificar el manejo del idioma a través de un test. María Paz Gómez cuenta que no hay que sentirse derrotado si es que no se es un experto angloparlante, ya que a veces existe la figura “aceptación condicional al idioma”, la cual deja un margen de tiempo para mejorar puntajes.

Sin embargo, existe una beca cuya característica principal es que permite la postulación de profesionales que no dominen el inglés. Se trata de la Beca Igualdad de Oportunidades (programa BIO) que se creó por un convenio entre los gobiernos de Chile y Estados Unidos (Conicyt y Comisión Fulbright) en un esfuerzo por impulsar una educación inclusiva, con equidad e igualdad de oportunidades.

El Programa BIO contempla 3 etapas: un curso de inglés en Chile, un curso de inglés y preparación pre-académica en Estados Unidos (de duración máxima de 6 meses) y la beca de doctorado, de carácter anual, renovable hasta un máximo de 4 años sujeto al rendimiento académico del becario. Para revisar las bases, descarga aquí el PDF.

Roxana Chiappa, estudiante de doctorado en Educación Superior en la Universidad de Washington (Seattle) gracias a Becas Chile y que investiga el tema de las becas, asegura que el programa BIO es la única iniciativa en Chile que explícitamente busca reducir las barreras de entrada a personas que provienen de sectores socio-económicos bajos en Chile.

“Su modo de operación utiliza los mismos criterios de selección basados en excelencia académica que la Beca Fulbright regular, pero permite postular sólo a un pool de candidatos que son primera generación universitaria en su núcleo familiar y que asistieron a colegios públicos o subvencionados. De esta manera, se presume que las trayectorias académicas fueron afectadas por factores similares de exclusión asociadas al nivel socio-económico de origen” explica Chiappa.

La convocatoria a la Beca BIO fue cerrada durante el gobierno de Sebastián Piñera y su reapertura se anuncia en Internet para este mes.

El teje maneje

Peeter Jontes | Flickr (CC)

Peeter Jontes | Flickr (CC)

Si bien, la adjudicación de una beca depende principalmente de la excelencia académica y de las capacidades del postulante, en BioBioChile recolectamos los mejores consejos de becarios, ex becarios y una revisora de postulaciones para aumentar la probabilidad de acertarle al blanco.

1. Comenzar con tiempo (entre seis meses a un año antes). Se trata de un proceso largo y las universidades se demoran en entregar la documentación necesaria. Además algunas becas, como la Beca Chile, exige estar aceptado o pre-aceptado en la universidad a la que se postula.

2. Entregar todos los documentos solicitados a la hora de postular y no dejar campos sin llenar. Alejandro Marambio, quien cursa un doctorado de Sociología en la Universidad de Manchester gracias a Becas Chile-Conicyt, recomienda “conocer las reglas del juego: saber muy bien todos los pasos a seguir, la multitud de trámites, las limitaciones y exigencias específicas para no quedar fuera de las bases porque falta un papel”.

3. Lo más importante y, por lo mismo más complejo, es la redacción de una carta donde se deben describir los objetivos de estudio y la retribución al país. “Es esencial que esté bien escrita, argumentando las ideas de manera coherente. Evitar frases cliché o extenderse excesivamente: hay que convencer de que se es merecedor de la beca con pocas, pero buenas palabras”, recomienda María Paz Gómez revisora Becas Chile para magíster y doctorado en el área de Educación.

Agrega que una vez terminado el documento es importante revisarlo y pedirle a alguien con experiencia en el ámbito académico o profesional que lo lea con ojo crítico.

Sobre este mismo punto, Alejandro Marambio explica que a veces los postulantes no tienen claro el aporte que sus estudios podrían significar para el país, vale decir, que los haga merecedores de una beca con fondos públicos o cómo dichos estudios podrían tener coherencia con sus carreras.

4. Conseguir buenas cartas de recomendación: “No es importante la fama del que la envía, sino más bien que conozca al postulante y que pueda hablar sobre sus competencias para seguir estudios de postgrado”, aconseja María Paz.

5. Revisar el curriculum vitae. Iván Salinas, doctor en Enseñanza y Educación de Profesores en la Universidad de Arizona gracias a Beca BIO, cuenta que las actividades que son parte de la historia personal y que “muchas veces no ponemos en el CV cuando buscamos trabajo, pueden ser importantes para los comités de búsqueda académica. Los trabajos voluntarios, por ejemplo, son algo que los comités consideran”.

6. Sacar cuentas y asumir que hay costos asociados. “Algunas universidades tienen cobros por postulación o hay que pagar tests de idiomas y otras pruebas que en algunos países son obligatorias como el GRE y el GMAT”, cuenta María Paz. Alejandro Marambio agrega que siempre es bueno tener ahorros para cubrir éstos y otros gastos.

Para las personas que les preocupa el financiamiento, María Paz explica que el postulante puede contactar a quien será su tutor para conocer las oportunidades laborales que éste le puede ofrecer. En Estados Unidos se trata de proyectos de investigación o trabajos como ayudante en el departamento de estudio. También las mismas universidades pueden contar con becas de arancel.

7. Finalmente no darse por vencido, asumiendo que no se puede re postular: “Hay personas que se han ganado una beca a la tercera o cuarta vez”, asegura María Paz.

Como ves el escenario no es simple, pero una vez que se va investigando y leyendo más sobre el tema, la neblina comienza a disiparse y es más fácil visualizar los obstáculos, las debilidades y sacar partido a las fortalezas. Si hay camino, significa que es posible recorrerlo.

¿Igualdad de oportunidades?

Pero ¿están todos los postulantes a una beca de postgrado en igualdad de condiciones? Cuando en las bases de una beca existe la exigencia de un segundo idioma, posiblemente la conclusión más inmediata sea que un individuo que estudió en un colegio con apellido “school” no tendrá la dificultad que uno egresado de un liceo con número.

Entonces ¿Es discriminatorio el proceso de selección? Roxana Chiappa, miembro de la Red de Investigadores en Educación Chilena y estudiante de doctorado en Educación Superior en la Universidad de Washinghton (Seattle) gracias a Becas Chile, explica que no es posible establecer una relación causal entre el nivel socioeconómico de origen y la posibilidad de acceder a una beca de postgrado en el extranjero.

“No podemos decir que el proceso de admisión de Becas Chile está discriminando a quienes provienen de sectores socioeconómicos más bajos, pues el único criterio de admisión está basado en condiciones de excelencia académica. Lo que sí se puede afirmar es que un estudiante proveniente de una universidad que privilegia la investigación tiene una probabilidad mucho más alta de acceder. Si bien, la relación con condiciones de desigualdad no es directa, el proceso de admisión a las becas de postgrado refleja las condiciones desiguales del sistema de educación superior”, analiza Roxana.

La investigadora indica que hay una serie de razones asociadas al nivel socioeconómico que pueden estar invisibles incluso antes del proceso de postulación, por ejemplo, como ya mencionamos, el manejo de un segundo idioma (principalmente inglés).

Roxana cree que si bien el perfil socioeconómico de las personas que hablan inglés es cada vez más diverso en Chile, todavía su manejo está directamente condicionado al haberlo aprendido en etapas tempranas de la carrera académica. Y esto se encuentra vinculado al nivel socioeconómico de origen. “A pesar de que Conicyt permite postulaciones con carta de admisión condicionada al idioma, puede haber un factor de auto-selección voluntaria del cual no hay registro”, argumenta.

Sebastián Troncoso, magíster en Diseño y Desarrollo Urbano en la University College London (UCL) gracias a Becas Chile, piensa que un punto crítico son los costos adicionales que el postulante debe financiar, ya que no todos cuentan con los medios para esto. Por ejemplo, en su caso, el mayor gasto que tuvo que financiar por concepto de visas para él y su familia fue de un millón de pesos.

Para Roxana más invisible aún es el hecho de que muchos estudiantes, que son la primera generación universitaria en su familia, asumen responsabilidades de solvencia económica de su grupo familiar parental. Y, aunque estos profesionales tengan la inquietud de realizar un doctorado en el extranjero, el hecho de asumir esta responsabilidad determina sus opciones y muchos de ellos terminan prefiriendo hacer doctorados en Chile.