A más de un año de la presentación de la modificación al Código de Aguas y que ni siquiera se ha generado el proceso consultivo para esto, da para pensar que el Estado estaría actuando de manera “camuflada” con empresarios con el objetivo de hacer desaparecer a los pueblos originarios. Así lo cree el werkén Bernardo Rumián.

Representantes del pueblo mapuche participaron recientemente en una de las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados, para analizar diversas aristas que aún los afecta, siendo el principal la ausencia de un proceso consultivo de la modificación al Código de Aguas.

Bernardo Rumián, werkén del cacicado de San Juan de la Costa, en conversación con La Radio señaló que dicho punto les preocupa de manera diaria, ya que la propuesta fue enviada exactamente el 8 de agosto de 2014, pasando un año sin tener mayor avance y sin desarrollarse la consulta que, dijo, estipula el convenio 169 de la OIT.

A lo anterior, se suma que tampoco habría una fecha estimativa para el proceso y peor aún, añadió que no hay claridad sobre que estamento gubernamental tiene la responsabilidad de realizarlo.

El hecho de que ni el propio gobierno sepa a qué organismo le corresponde realizar la consulta, indicó, da muestra de la falta de proactividad del mismo y del poco interés hacia los pueblos originarios, quienes solamente ven un pinponeo constante ante sus demandas. Mientras -añadió- se siguen dando derechos de agua y temen que la modificación llegue cuando ya no haya mucho que salvar.

Lo anterior ha desencadenado un sobreotorgamiento de derechos de agua, donde principalmente los dueños son empresarios quienes no velarán por el territorio indígena dijo, sino que solo se preocuparán por sus intereses en la provincia de Osorno.

Añadió que les preocupan los derechos para la construcción de 178 proyectos hidroeléctricos en la zona.

Si bien el Ministerio de Energía ha tratado de instar al proceso participativo, el Estado no es garante de que se respeten los pueblos originarios y sus costumbres, dijo el werkén.

Lo anterior sólo dividirá a las comunidades entre quienes están a favor de ser parte del proyecto hidroeléctrico y quienes no, causando enfrentamientos de ideas, y ello se quiere evitar.

El werkén mapuche fue más allá, señalando que el nulo interés del gobierno por avanzar en materia indígena, dando paso a que las empresas invadan territorio sagrado, da para pensar que hay un trabajo camuflado por parte del Estado, con el objetivo de hacer desaparecer los pueblos originarios, y eso -añadió- “eso sí que es terrorismo”.

Uno de los acuerdos tomados en la sesión de la comisión fue sostener próximamente una reunión con el director nacional de Conadi. Además, se solicitará a través de oficio a los distintos ministerios la clarificación sobre la cartera que le corresponde realizar la consulta y otras modificaciones.