Cuatro nuevos ataques con arma blanca contra israelíes ocurrieron el jueves desatando un ambiente de gran nerviosismo en Israel y en los territorios ocupados, donde se han registrado enfrentamientos entre jóvenes palestinos y fuerzas israelíes.

Siete personas resultaron heridas en Jerusalén, Tel-Aviv, Afula y cerca de una colonia de Cisjordania ocupada en cuatro ataques con arma blanca, indicaron la policía y el ejército israelíes.

Uno de los agresores fue abatido, dos fueron detenidos y otro sigue fugado.

Los actos de violencia que afectan a Jerusalén y Cisjordania ocupada, que se ampliaron el miércoles al centro de Israel, han causado la muerte de cuatro israelíes y siete palestinos, de los cuales cuatro son presuntos agresores, desde el 1 de octubre.

Un soldado israelí resultó herido con arma blanca en Afula, la cuarta víctima en una ola de ataques con cuchillo ocurridos este jueves, indicaron la policía y el ejército.

“Un terrorista acuchilló a un israelí en Afula. La víctima resultó herida de moderada gravedad”, indicó el ejército en Twitter. Las autoridades indicaron que el sospechoso fue detenido.

Subhi Abu Jalifa, palestino de 19 años del campamento de refugiados de Chuafat, hirió de gravedad a un judío ortodoxo israelí en Jerusalén el jueves por la mañana y fue también detenido, según la policía.

La víctima del ataque del jueves en Jerusalén es un judío de 25 años.

También el jueves, en Tel-Aviv, un hombre hirió a cuatro personas entre ellos una joven soldado israelí, con un destornillador, indicó policía. El hombre fue perseguido y abatido por un soldado.

Desde el 3 de octubre, en total se han realizado ocho ataques con cuchillo de presuntos agresores palestinos contra judíos.

Dos víctimas murieron el domingo en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Tres de los presuntos autores fueron abatidos por la policía israelí.

Palestino muere en enfrentamientos en Jerusalén Este

Por otro lado, un palestino murió el jueves por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes durante enfrentamientos en el campo de refugiados de Chuafat, en Jerusalén Este, indicaron la Media Luna Roja y el hospital de Ramala, donde fue evacuado.

El palestino fue alcanzado en el pecho durante los choques que estallaron cuando las fuerzas israelíes se dirigían a la casa del autor del ataque con cuchillo ocurrido en la mañana contra un civil.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó el miércoles por la noche a los israelíes a estar en “estado de alerta máxima” ante la ola de violencia, que ya está siendo comparada con las intifadas de 1987 y 2000.

De costumbre rebosante de gente, la Ciudad Vieja dentro de Jerusalén Este estaba este jueves casi desierta, con excepción de cientos de policías y de turistas.

Se veía a varios policías sobre los techos y un periodista de la AFP vio a un hombre instalar un detector de metales cerca de una de las puertas principales.

La Media Luna Roja contabilizó 86 palestinos heridos con balas reales y 344 con balas de goma desde el 2 de octubre.

El jueves se registraron nuevos enfrentamientos cerca del puesto de control israelí de Bet El, en las afueras de Ramala, en donde cientos de estudiantes salieron a manifestar por segundo día consecutivo.

“Sangre fría”

Los 400.000 colonos que cohabitan difícilmente con los 2,8 millones de palestinos en Cisjordania quieren quedarse allí e incluso expandir su presencia. Están furiosos desde el asesinato de una pareja de colonos el 1 de octubre, en un ataque atribuido por Israel a una célula del movimiento islamista Hamas.

Después de que en un primer momento anunció un incremento de las medias de seguridad y de represión, el primer ministro israelí parecía ahora querer apaciguar los ánimos por lo que pidió a los israelíes “sangre fría”.

Un responsable israelí confirmó este jueves que el jefe de gobierno prohibió a los diputados ir a la Explanada de las Mezquitas, o Monte del Templo para los judíos, uno de los mayores puntos de enfrentamiento. Estas visitas son consideradas por los palestinos como provocaciones.

Pero los diputados árabes de Israel, solidarios con los palestinos, decidieron desacatar la orden del primer ministro Netanyahu. “Ni Netanyahu ni la derecha podrán impedirnos entrar en nuestra mezquita de Al Aqsa”, indicó en un comunicado el diputado árabe Ahmad Tibi.

“Mañana (viernes), estaremos todos en la mezquita de Al Aqsa, porque es nuestra mezquita”, añadió.

El presidente palestino Mahmud Abas parecía también decidido a impedir una escalada. “No debemos recurrir a la violencia”, dijo desde Ramala. Pero abogó por “una resistencia popular pacífica” y exigió al “al gobierno israelí alejarse de nuestros lugares santos”.